NAVEGANTES

Nueve años navegando: la familia del Kira Kira y su vida lejos de la tierra firme

Herman, Rocío y sus tres hijos, Walter ,Günter (los mellis) y Bruno viven desde 2017 en el velero Kira Kira, con el que recorren el océano. Desde Salvador de Bahía, compartieron su historia con Rock and Frío (Radio Nuevo Día): una vida de desafíos, aprendizajes y libertad.

Redacción Nuevo Día
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"Vivir la vida que uno sueña", dice Herman desde Salvador de Bahía, donde fondearon recientemente tras nueve días de navegación desde la Ilha Grande. Junto a Rocío y sus tres hijos, esta familia argentina dejó atrás la estabilidad de la vida en tierra para lanzarse a una aventura sin retorno en el velero Kira Kira. La decisión no fue impulsiva: Herman tenía la pasión desde chico y encontró en Rocío una compañera de viaje que lo acompañó en su sueño, primero en Bariloche, y luego, en alta mar.

"Vendimos todo: la casa, el auto, una lancha, y renunciamos al trabajo para venirnos al barco", contó Herman en diálogo con Javier Seveso en el programa Rock and Frío de Radio Nuevo Día. Desde 2017, navegan sin parar. Sus hijos, todos nacidos en la Patagonia, crecieron entre olas, tormentas y amaneceres inolvidables, en una rutina que incluye estudio, tareas del hogar y navegación.

El desafío más grande, dicen, fue garantizar la educación de los chicos. "Ahora contamos con internet satelital y eso nos permite seguir conectados con el sistema educativo", explicó. Actualmente, los niños cursan a través del CEADE del Ejército Argentino, una modalidad a distancia que Herman valoró por su seriedad y atención personalizada.

Nueve años navegando: la familia del Kira Kira y su vida lejos de la tierra firme

La vida en el mar no es, como muchos imaginan, vacaciones perpetuas. Requiere organización, sacrificio y adaptabilidad. Rocío, "el alma del barco", según Herman, cocina, colabora con la navegación y también supervisa la educación. "Es una forma de vida austera, con límites de agua, comida y gas. Pero se aprende mucho. Y sobre todo, se valora todo mucho más", reflexionó.

El sustento de la familia también cambió con los años. Herman, marino mercante y maquinista, trabajaba en zafras pesqueras, pero el conflicto actual en la industria lo llevó a reinventarse. Hoy realiza trabajos mecánicos en Brasil y explora el uso de redes sociales para compartir su historia y generar ingresos.

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En cada puerto, la familia se integra a la comunidad local. "Ahora estamos en Itaparica, una isla frente a Salvador de Bahía, donde conseguimos agua mineral directamente de una fuente histórica. Parece un milagro", relató entre risas. Allí, además de abastecerse y hacer arreglos al barco, los chicos juegan con otros niños y dialogan con adultos, una sociabilización que Herman y Rocío consideran esencial.

El plan es seguir rumbo norte: el Amazonas, el Caribe, Panamá. No tienen fechas ni destinos fijos. "No es una vuelta al mundo convencional. Es nuestra forma de vivir", resumió.

Sobre qué buscan transmitir a sus hijos, Herman fue claro: "Les mostramos que se puede vivir de formas distintas, sin ser raro. Que tengan herramientas y perspectiva. Después la vida dirá qué camino eligen. Lo importante es no quedarse con las ganas".

El Kira Kira es más que un velero. Es un hogar que flota sobre los sueños cumplidos. Y también, sobre la convicción de que vale la pena intentar lo que uno realmente desea, aunque el mar se agite. (Fuente: El Diario Nuevo Día)

Produccion: @pabloeduardomouesca

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