Río Gallegos: empleada de una mueblería denunció a su jefe por abuso sexual

La joven manifestó que su jefe la abrazó para felicitarla por el aumento de ventas y "se propasó, me manoseo y desde ahí las cosas fueron de mal en peor”. Además apuntó que el hombre colocó cámaras de seguridad y hacía capturas de pantalla "cuando me agachaba a buscar muebles y demás”.

Salir a hablar de lo que le pasó fue una decisión muy difícil y con cada palabra que pronunciaba su voz se quebraba y claramente era un volver a revivir lo que le según indicó pasó en su trabajo.



Ella como cualquier persona tiene múltiples necesidades y haber conseguido un puesto de trabajo la hacía sentir muy bien, más cuando con su sueldo no sólo ayudaba en su hogar sino que podía juntar plata para sus estudios. Lo que comenzó entonces con una rutina laboral normal se habría vuelto una pesadilla inimaginable.



Una joven contó sobre el acoso laboral que habría sufrido, estando como empleada de una mueblería en la ciudad de Río Gallegos. Asimismo, precisó que hasta el momento ha hecho dos denuncias una en la Fiscalía N° 2 y otra en la División Comisaría Séptima.



La joven de quien se preserva su nombre y apellido manifestó que ingresó “a la mueblería ubicada en Pte. Kirchner, hace medio año durante éste 2021 y que precisamente en los primeros meses, todo andaba bien”. Con el transcurrir del tiempo la mueblería abrió una sucursal en el B° San Benito “donde los dueños me piden que trabaje en ese nuevo lugar, ya que la dueña se iba a encargar del otro local, cumpliendo el horario de 10:00 a 21:00 horas”.



Más adelante la muchacha argumentó que “la relación laboral estaba bien, el dueño estaba también en el San Benito conmigo, al principio todo bien, él era mi jefe, yo la encargada y todo tranquilo, sin embargo desde la nada a mediados del mes de julio comienza a hacerme comentarios desagradables, por ejemplo: me agachaba a buscar algo y salía con un expresión desubicada, allí le dije que no se pase. Esta situación se fue prolongando durante varios días, se trasladó a llamadas telefónicas y mensajes, porque él hacia reparto. Yo siempre le decía que no estaba bien eso y él insistía”.





“Hasta que un día que vendimos mucho y él me abrazó como felicitándome y después se propasó, me manoseo y desde ahí las cosas fueron de mal en peor”. Además agregó “incluso en estos días colocó cámaras en el local y desde ese momento comenzó a sacar capturas de pantalla cuando me agachaba a buscar muebles y demás”.

Hace poco, “fue el colmo, porque hizo comentarios que no me gustaron y como no me sentí bien lo terminé denunciando en la Fiscalía N° 2, donde me dieron un papel para que reciba asesoramiento como víctima y también hice otra en la Comisaría Séptima”.



Ante esta circunstancia la joven se acercó a hablar con la dueña para continuar trabajando en el centro y “al contarle lo ocurrido y mostrarle los mensajes, me sacó como un perro de allá. Después me mandó un mensaje diciéndome que me iba a hacer la liquidación final. Yo no quería perder mi trabajo”.



Por otra parte la joven también nos indicó que “yo figuro en los papeles de la firma, prestando servicios en el local ubicado en Pte. Kirchner y no en el San Benito”.

Casi finalizando la charla con la joven ella quiso dejar constancia que “me aguantaba todo eso, no decía nada en casa, porque si lo contaba seguro iba a haber algún drama mayor y eso no quiero”. Además, subrayó que “realmente necesito el trabajo porque estoy juntando dinero para poder estudiar”. (Santa Cruz en el Mundo)


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