Emotiva carta de despedida del hijo del dirigente radical Ernesto Cruz

Pablo Cruz, hijo de Ernesto, dirigente histórico de la Unión Cívica Radical de Santa Cruz lo despidió con palabras que brotaron desde lo profundo de su ser, dedicándole un resumen de su vida, de su relación, es decir, de su amor.

El referente fue velado y despedido hoy, ante un gran número de referentes partidarios, amigos, allegados y conocidos que lo acompañaron en su último adiós. 

Compartimos las palabras de Pablo Cruz: 

Ernesto Abel Cruz

El Ernesto era de esos tipos,

De esos para los que la política es un servicio publico

Es entregar más que recibir,

La que se hace con el corazón pero también con la razón,

En donde se trabaja por y para el otro

Un tipo íntegro y honesto sin oscilaciones

Era de esos que hacen MUCHO en silencio,

Pero hablan moderado en público,

De esos que escuchan y se hacen escuchar,

De los que te aconsejan y se dejan aconsejar

Para el los modos eran tan importantes como los fines,

Jugaba siempre del mismo lado,

Y en el lugar que le tocaba jugar,

Era orgánico y democrático,

No titubeaba entre lo justo e injusto.

Era de esos papas que buscan darles a sus hijos,

Todas las oportunidades que no pudieron tener,

De esos que jamás te sacan nada en cara,

Esos que No cuestionan tus decisiones, pero te dicen sus opiniones

De esos padres que hablan mucho más con gestos que con palabras,

Esos que se adaptan rápidamente a los tiempos que corren,

Comprensivo y flexible,

De Esos padres que brindan un cariño incondicional.

Tenía un humor particular,

Le gustaba mucho el cine,

Era fanático de River,

Le gustaba leer novelas de ficción,

Y Tenía siempre un chocolate escondido adentro de la casa,

El Ernesto era simplemente buen tipo, te daba esa sensación,

Te dejaba un “algo” (una enseñanza, una anécdota, una huella) cuando lo llegabas a conocer

Por eso es que cada uno de nosotros se pudo llevar algo de él...

Me gusta pensar que las personas nunca mueren, sino que viven en cada una de esas imágenes que tenemos de ellos, y se hacen presentes cada vez que esas imágenes se nos vienen a la mente.

Ernesto vive en ese café que se sentó a tomar con alguno de sus amigos,

Y en esa visita religiosa cada día a mi abuela lula,

Ernesto vive en cada una de las reuniones que tenían en la mesa del comité,

y en cada viaje que se hizo con la juventud radical,

Ernesto vive en cada vez que le pedias una mano y no dudaba en ayudarte,

Vive en esas salidas con su nieta al parque,

Ernesto Vive en cada respuesta que me daba cuando necesitaba de su saber

Me cuesta mucho ponerme sus sacos, espero poder estar a la altura de las circunstancias y que se sienta orgulloso de los hombres en los que nos convertimos.

Si Fede y yo somos buena gente, es definitivamente porque los viejos hicieron un buen trabajo.

Gracias Ernesto, Gracias por Todo…