¿Quién es el artista que convirtió un Fiat 600 en un sillón? La historia detrás del fenómeno
La tarde del 19 de noviembre tuvo un brillo especial en Rock and Frío, cuando Javier Seveso presentó a un invitado que describió como "un tipo que convierte autos viejos en sillones que te dan ganas de no volver a laburar nunca más". El invitado era Jonatan Ramírez, artista autodidacta y carpintero naval, quien desde San Fernando compartió una historia de vida llena de pasión, humor y creatividad.
"Tenemos que venir al mundo a dejar huellas", dijo Jonatan, casi como declaración de principios. Contó que nunca se llevó bien con el colegio, pero sí con los barcos, la madera y la fibra de vidrio. Su infancia y adolescencia transcurrieron entre astilleros de San Fernando, donde aprendió el oficio desde abajo: barriendo, escuchando y mirando.
Entre risas, recordó su primer encuentro con Oscar Ruggeri mientras trabajaba en un barco del exfutbolista: "Nene, no te caigas, me decía. Y yo le contesté: ¿Quién te pensás que fue a buscar a Gilligan a la isla?".
El sillón que nació de una foto y terminó siendo una marca
La charla tomó vuelo cuando Seveso le pidió que contara cómo nació su sillón inspirado en el Fiat 600. Jonatan lo recordó con detalle: navegando Pinterest vio una foto de un sillón italiano y se preguntó: "¿Y si lo fabrico como se fabrican los barcos?". Esa idea, tan simple como audaz, se volvió el origen de todo.
Aplicó técnicas náuticas, moldeó fibra de vidrio, restauró ruedas usadas y creó una pieza única. Pero él lo deja claro: "No es un pedazo de auto cortado, es un sillón fino, hecho como un barco".
Javier bromeó: "Es que vos viste un fitito muerto y dijiste: vamos a revivirlo en el living de la gente".
Las entregas de los sillones son casi ceremoniales. Jonatan los cubre por completo y recién los muestra en la casa del cliente. "No los quería entregar", confesó. Una de sus anécdotas favoritas fue cuando un amigo entró a su casa, vio el modelo Black Custom con luces verdes y se quedó paralizado. "Tenés un sillón que si lo llevás a la casa de un jeque, te pide diez", le dijo.
Su obra llegó incluso a la presentación teatral de Florencia Peña y Juan Ingaramo (Pretty Woman "El musical"), donde el sillón fue parte de la alfombra roja. Hasta Mirtha Legrand compartió sala con él durante la función.
El motor emocional: su hija, sus maestros y el mensaje que deja
En un tramo íntimo de la entrevista, Jonatan habló de su hija Kiara, quien fue la primera persona en sentarse en el sillón cuando él lo terminó. "Es el ejemplo que quiero dejarle. Que vea que uno puede crear, soñar y trabajar de lo que ama".
También recordó a sus maestros, entre ellos el reconocido carpintero naval Juan José Raponi, quien le transmitió una enseñanza que repite cada vez que puede: "Hoy la gente trabaja por plata, no para aprender. Y el oficio se pierde".
Para Jonatan, su arte es un mensaje: hacer lo que a uno le gusta, sin dejar que el sistema te atrape. "Mientras puedas llevar un plato de comida a tu casa, hacé lo que te haga feliz", dijo con énfasis, y Seveso respondió: "Eso te convierte más artista todavía".
Antes de cerrar, Jonatan adelantó que ya trabaja en nuevos modelos: un juego de living inspirado en Falcon, otro en Chevrolet y hasta una mesa "con forma de nave extraterrestre" que acompaña el diseño del sillón Fiat. Pero asegura que no tiene apuro: "Mi caballo de Troya es este sillón. Quiero que la gente lo conozca primero".
La entrevista terminó entre risas, complicidad y esa sensación cálida que dejan las historias honestas. Historias que nacen de la imaginación, de la artesanía... y de un sillón que, como dijo Javier, "te abraza apenas lo mirás".
Producción: @juan.ignacio.penlowskyj - (Diario Nuevo Día)

