¿Quién es Juan Merediz? El hombre que persigue el horizonte desde su infancia
Juan Merediz, navegante español con más de 150 mil millas náuticas recorridas, dialogó con el programa Rock and Frío de Radio Nuevo Día mientras cruzaba el Atlántico. Desde su infancia en Gijón hasta sus participaciones en competencias de élite, Merediz compartió su historia de vida, su vínculo con el mar, y su sueño de completar la Global Solo Challenge, una regata en solitario y sin escalas.
Desde algún punto del Atlántico, a la altura del paralelo 48, Juan Merediz respondió el llamado de Radio Nuevo Día para conversar con Javier Seveso en "Rock and Frío". Lo hizo desde la calma del océano, donde el mar, el viento y el sol dictan el ritmo de sus días. "Aquí estoy tranquilo, unos cinco nudos de velocidad, pero se viene una borrasca en dos días", anticipó con la serenidad de quien ya ha recorrido más de 150.000 millas náuticas.
Nacido en Gijón, España, Juan creció entre los restos oxidados de barcos desguazados y la curiosidad infantil por ese horizonte inalcanzable. "No recuerdo una vida sin querer estar en la mar. Mi viejo trabajaba en un astillero y yo lo único que quería era ver los barcos. Me ponían un casco enorme y me colaba entre las costillas de esos buques mercantes", relató, con esa mezcla de nostalgia y pasión que aún lo moviliza.
La vocación se convirtió en destino. De lanchas turísticas a pesqueros, y de ahí a la navegación a vela, su camino fue tan autodidacta como persistente. "No había plata, pero yo preguntaba, ayudaba, me subía a todo lo que flotaba", dijo. Así fue como integró tripulaciones y, eventualmente, compitió en regatas internacionales como la Barcelona World Race, donde recorrió el Gran Sur a bordo de un IMOCA.
l mar lo formó, lo disciplinó, y también le enseñó resiliencia. "Soy mejor en los planes B y C. La mar no perdona. En tierra cuesta más vivir el presente, pero en la mar tenés que estar, resolver y seguir", explicó, recordando cómo aplicó esas habilidades durante las inundaciones de 2023 en Valencia, donde ayudó en las tareas de emergencia.
Hoy, Merediz navega con un propósito: reunir los fondos necesarios para reparar y poner a punto el "Waypoint", su Pogo 40S, y volver a intentar la Global Solo Challenge, una vuelta al mundo en solitario y sin escalas. En la edición pasada, debió abandonar por fallas técnicas a pocos días de zarpar. "El horizonte sigue ahí. No lo han movido. Yo sigo siendo ese pibe que quiere ver qué hay del otro lado", confesó.
Con el viento como compañero y delfines que, literalmente, se acercaron durante la entrevista, Merediz se muestra genuino, sin marketing ni poses. "No tengo seguidores comprados, no puedo. Pero los que me siguen, son de verdad. Quiero dejarle eso a mis hijos: el ejemplo de que luché por un sueño".
El sueño está en marcha, impulsado por el trabajo diario y pequeñas acciones, como las bitácoras que envía por mail y las publicaciones que comparte en redes. "Todo suma. Cada historia, cada charla como esta, ayuda a que algún día podamos volver a largar", cerró emocionado.
"Prometo que cuando pase por Río Gallegos, me voy a acordar de ustedes. Pero intentaré no tener que parar", dijo entre risas. Y desde la ría local, quienes escuchaban en ese momento supieron que habían sido parte, aunque sea por un rato, de una travesía infinita.
Producción: @pabloeduardomouesca
@juanmerediz
(Diario Nuevo Día)