Río Gallegos: 13 meses sin justicia ni consuelo para la mamá de Gael, el pequeño que murió atropellado
A 13 meses de la trágica muerte de Gael Isaías Carrizo, atropellado por un conductor en Río Gallegos, su madre mantiene viva la lucha por justicia. Mientras el responsable continúa libre, la familia se constituyó como querellante y reclama una pena ejemplar.
La esquina de Ramón y Cajal y Prefectura Naval guarda, desde hace trece meses, una herida abierta para toda una comunidad. Fue allí donde Gael Isaías Carrizo, un niño de apenas 8 años, fue atropellado por un conductor en estado de ebriedad que circulaba a exceso de velocidad. Iba con su hermana a comprar galletas. Nunca volvió.
El responsable fue identificado como Germán A., quien conducía un Ford Falcon. Tras el brutal impacto, Gael fue trasladado al Hospital Regional de Río Gallegos, donde permaneció varios días en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP). Pese al incansable esfuerzo del personal médico, su pequeño corazón dejó de latir horas después de que se le declarara muerte cerebral.
El hecho conmocionó a la capital santacruceña. Sin embargo, trece meses después, el conductor continúa libre, tras haber fijado domicilio, lo que profundiza el dolor de su madre, quien en su momento dio un paso decisivo: se constituyó formalmente como querellante en la causa.
"Mi bebé, 13 meses sin vos... mi lucha todavía sigue. Ahora estoy un poquito más fuerte para seguir peleando, para que tengas un juicio digno y una pena para tu asesino que sea ejemplar", escribió la mamá de Gael en sus redes sociales. Con un dolor que no se apaga, volvió a pedir que la justicia actúe. "Sigo esperando una justicia que no llega", expresó.
En otras publicaciones, compartió palabras que reflejan la inmensidad de su pérdida: "Busco a mi hijo en todos los niños que veo, lo busco hasta en mis sueños. Mientras ese HDP sigue con su vida, la mía se terminó ese día. Solo quiero justicia por mi bebé".
Cada aniversario, cada fecha especial, cada mañana sin su voz, se convierte en un recordatorio cruel de la impunidad. "Te extraño todos los días. Quiero tus besos, tus abrazos. La vida fue tan injusta con vos. En un segundo te arrebataron de mi lado", escribió en otro mensaje que conmovió a cientos de personas en las redes sociales.
El caso de Gael no solo representa una tragedia personal, sino también una deuda social. Una deuda con la memoria de un niño que salió a comprar una golosina y jamás volvió, y con una madre que se niega a dejar que su historia quede impune.
Hoy, esa madre no baja los brazos. Su lucha es por Gael, pero también por tantos otros que no deberían haber sido víctimas de una justicia lenta o ausente. En su dolor habita también la esperanza de que algo cambie. Que un día, la balanza pese más para quienes sufren, y no para quienes atropellan y siguen su vida como si nada. (Fuente: El Diario Nuevo Día)