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Río Gallegos insegura: se le quemó la casa y luego le robaron lo poco que había salvado

Silvia Pérez sufrió el incendio de su vivienda en Río Gallegos y, cuando pensaba que ya no podía pasarle nada peor, le robaron lo poco que había podido rescatar. Su historia refleja una realidad más amplia: la creciente preocupación por la inseguridad en distintos barrios de la ciudad.

Redacción Nuevo Día
Redacción Nuevo Día
eldiarionuevodia@hotmail.com

Silvia Pérez es vecina de Río Gallegos y su historia conmueve por el nivel de desamparo que refleja. Su casa fue alcanzada por un incendio recientemente, y aunque logró salvar algunas pertenencias del desastre, poco después sufrió otro golpe: delincuentes le robaron lo poco que había logrado rescatar.

"Me robaron carretilla naranja, microondas, cafetera, tostadora y equipo de música. Lo poco que me había quedado del incendio de mi casa", escribió con tristeza en una publicación que difundió en redes sociales. El hecho ocurrió en la zona de Avenida Balbín. Dejó su número de contacto (2966 224096) pidiendo ayuda o cualquier dato que permita recuperar lo robado.

Pero el caso de Silvia no es aislado. En distintos barrios de Río Gallegos, los vecinos comienzan a expresar públicamente su preocupación por una ola de robos que se repite semana tras semana.

Una ola de robos que genera alarma
En el barrio 22 de Septiembre, una vecina publicó un mensaje desesperado: "¡Están robando en el barrio! Por favor si alguien vio algo raro me deja comentarios. ¡Tres veces me entraron en la semana! Se me están llevando los materiales. En calle 33".

Juan Alejandro, otro vecino de la ciudad, alertó: "En el San Benito también... hasta los reguladores de gas roban. Cortan el gas y se llevan los reguladores".

A esto se suman pedidos concretos de más presencia policial o controles: "Que manden a la policía o la guardia urbana a patrullar esas calles...", publicó otro participante de forma anónima.

Estos testimonios dan cuenta de una sensación creciente de inseguridad que afecta tanto a quienes viven en barrios periféricos como a quienes atraviesan situaciones extremas como la de Silvia. Lo que debería ser un momento de acompañamiento y reconstrucción, se convierte en una pesadilla más cuando la delincuencia actúa sin freno.

El rol de la comunidad ante la adversidad
Más allá de los reclamos hacia las autoridades -que deben reforzar la presencia y el control en las zonas más vulnerables-, la situación actual también exige un gesto solidario de la sociedad.

Silvia hoy necesita apoyo. Quienes puedan aportar datos, elementos para reponer lo perdido o simplemente ayudar a difundir su caso, pueden comunicarse directamente con ella. En momentos así, cada gesto cuenta.

Desde El Diario Nuevo Día, acompañamos este pedido con la esperanza de que la empatía y la solidaridad puedan más que la indiferencia. Porque cuando todo parece perdido, lo humano todavía puede hacer la diferencia. (Fuente: El Diario Nuevo Día)

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