Un joven denunció una bestial golpiza por parte de la Policía en Santa Cruz: podría perder un ojo y pidió ayuda
Ariel Carrizo, denunció a través de un crudo video en redes sociales haber sido víctima de una brutal agresión por parte de la policía de Pico Truncado, que le habría causado la pérdida de un ojo durante un control de alcoholemia.
Un grave caso de violencia policial fue denunciado por Ariel Carrizo, un joven que mediante un video en vivo por redes sociales, contó haber sido víctima de una brutal agresión por parte de la policía en el acceso a Pico Truncado, durante un control de alcoholemia. Debido a la bestial paliza que sufrió, podría perder un ojo.
El incidente, según el relato de Carrizo, ocurrió en la madrugada del viernes. Regresando de Las Heras, el joven se encontró con un control de alcoholemia en la entrada de Pico Truncado. Admitiendo haber consumido alcohol y temiendo dar positivo, decidió dar la vuelta para evitar la fiscalización.
Sin embargo, su intento de evasión lo llevó a una situación que él mismo describe como un despertar en medio de una pesadilla. "Me despierto y estoy de esta manera", expresó, mostrando las graves heridas en su rostro, con un ojo severamente comprometido.
Un daño irreparable
Carrizo afirmó que la agresión no fue perpetrada por el personal de tránsito, con quienes luego pudo conversar y solucionar los trámites de su vehículo de manera pacífica. "Yo no recuerdo cómo sucedió", admitió, pero sí tiene en su memoria un momento crucial: "me bajaron del vehículo y sentí un solo golpe en la nuca". Tras ese golpe, perdió la conciencia.
El joven relató que fue el personal de tránsito el que lo ayudó, pero que no fue consciente de la gravedad de sus heridas hasta que llegó al hospital. Una vez allí, las miradas de los demás lo alertaron sobre su estado. En el Hospital de Pico Truncado, le dieron la devastadora noticia de que, según el diagnóstico preliminar, habría perdido la visión de un ojo.
Un llamado desesperado por justicia
Con un visible dolor físico y emocional, Carrizo se dirigió a Caleta Olivia para ser atendido por un oftalmólogo. En su testimonio, reconoce que su decisión de evadir el control estuvo mal, pero enfatiza que la reacción de la policía fue desproporcionada y violenta. "No es la manera de tratar a las personas", afirmó. "Se retira el vehículo, se hace la multa correspondiente, se secuestra el vehículo y se termina el problema".
El joven hace un llamado a la solidaridad de la comunidad y a las autoridades para que lo ayuden a identificar y responsabilizar a los agentes involucrados. "Necesito que las personas responsables que me hicieron esto aparezcan y que se hagan cargo... que den la cara", imploró. Carrizo se ofrece a hablar con los responsables de la agresión y espera que puedan dar explicaciones sobre la violencia desmedida que ejercieron.
Según su relato, tras el incidente, fue llevado a la comisaría, donde le entregaron su teléfono. Una agente le indicó que se presente a hacer la denuncia formal el lunes. Carrizo finalizó su mensaje con un agradecimiento a quienes se preocuparon por su estado y un fuerte pedido para que los responsables de la agresión se hagan cargo de sus actos, que le habrían causado un daño irreparable. "No es algo que le puede pasar a cualquiera", concluyó, refiriéndose al brutal ataque.