Un sueño sobre ruedas: vendieron su casa rodante tras recorrer la Patagonia y ahora van por Alaska
Karina Coria y su pareja, Damián Espada, recorrieron 8.500 kilómetros por el sur argentino en un vehículo construido por ellos mismos, al que bautizaron "El Tortugón". Desde Pigüé hasta Torres del Paine, pasando por el Calafate y Ushuaia, vivieron una experiencia transformadora. Ahora, planifican un nuevo sueño: llegar a Alaska.
Durante más de tres décadas, Karina Coria y Damián Espada compartieron la vida. Pero fue sobre ruedas donde su historia tomó otro rumbo. Desde Pigüé y con un vehículo propio -una casa rodante construida artesanalmente sobre un chasis Chevrolet- decidieron lanzarse a la ruta para reconectar con lo esencial. Así nació "El Tortugón", un motorhome híbrido con motor Perkins que, a su ritmo de 80 km/h, los llevó a recorrer 8.500 kilómetros por la Patagonia.
"La idea era disfrutar, no correr", contó Karina en una emotiva entrevista con Javier Seveso en el programa "Rock and Frío" de Radio Nuevo Día. Esa filosofía los llevó a parajes como Villa Pehuenia, Ushuaia, Punta Arenas, Torres del Paine y El Calafate. En este último tramo incluso levantaron a dedo a una pareja de mochileros franceses, compartiendo culturas, rutas y charlas.
"Este sueño nació cuando teníamos 17 años, cuando apenas soñábamos con salir a conocer el mundo", recordó Coria. Con sus hijos ya grandes y sin ganas de seguir viajando en familia, la pareja decidió rediseñar el Tortugón, agrandando el baño y sumando una cama de dos plazas. Así, comenzaron a vivir de manera más cómoda sus aventuras en pareja.
La pandemia marcó un antes y un después: "Fue el disparador para volver a vivir varios meses sobre el Tortugón. La casa rodante nos daba independencia y aislamiento, justo lo que necesitábamos".
En la ruta también hubo desafíos. En una ocasión, viajando por Uspallata, detectaron a tiempo que una llanta estaba a punto de soltarse. "Mi marido es meticuloso, lo solucionó al amanecer con tornillos nuevos. Seguimos viaje, hicimos 3.000 kilómetros más", contó Karina, valorando la solidaridad de los mecánicos y viajeros que cruzaban en el camino.
Sin embargo, todo ciclo tiene un cierre. "Hace poco lo vendimos. Nos costó, pero lo hicimos con la ilusión de quien lo recibió también sueña con viajar. Y nosotros tenemos un nuevo sueño: llegar a Alaska".
Ese anhelo -iniciado incluso antes del nacimiento de sus hijos- ahora se empieza a planificar para el año próximo. "Es nuestro próximo gran viaje. Nos estamos preparando, dejando responsabilidades, organizando todo. El Tortugón fue un capítulo hermoso, pero ahora vamos por más", expresó Karina, emocionada.
Para quienes sueñan con viajar, la recomendación es clara: "Hay que animarse. Tenemos miedos que no van a pasar nunca. La vida pasa mientras uno espera algo mejor. Lo importante es ponerle fecha al sueño".
Gracias Claudia Pérez Fernández.!
(Diario Nuevo Día)