Una de las pocas traductoras de Neerlandés en Argentina es de Santa Cruz: la historia de Catalina Cepernic y la literatura
Catalina Cepernic nació en Río Gallegos, estudió en Córdoba y hoy vive en El Chaltén. Es una de las pocas traductoras especializadas en neerlandés en Argentina. Además, enseña el idioma en la Facultad de Lenguas de la UNC y ha sido reconocida por su trabajo en literatura infantil.
El neerlandés -también conocido como holandés- es el idioma oficial de los Países Bajos y una de las lenguas oficiales de Bélgica. Además, se habla en Surinam, en el norte de Sudamérica, y en algunas islas del Caribe como Aruba y Curazao . ¿Cómo se relaciona esto con Santa Cruz? a través de las letras, y de la historia de una santacruceña, con pasión por las letras, que encontró en esta lengua todo un mundo de conocimiento y creatividad.
Catalina Cepernic, nacida en 1996 en Río Gallegos y actualmente radicada en El Chaltén, construyó una trayectoria marcada por la literatura y la lengua. Correctora Literaria y Licenciada en Letras Modernas por la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), Cepernic es una de las poquísimas personas en Argentina que se dedican a la traducción literaria desde el neerlandés. "Somos tres o cuatro como mucho, y viviendo en el país, quizás sólo dos", contó en diálogo con el programa "Siempre llegué tarde" de Radio Nuevo Día.
Su vínculo con esta lengua comenzó de manera inesperada. Durante el secundario, viajó un año de intercambio a Bélgica, específicamente a una región de habla neerlandesa. "Fui sin saber el idioma, aprendí allá, en el día a día", recordó. . "No es un idioma tan difícil como parece", comentó Catalina, "tiene el mismo alfabeto que el español y muchas reglas claras".
Catalina visit+o lso estudios de Radio Nuevo Día
A su regreso, y ya instalada en Córdoba, decidió formalizar ese conocimiento autodidacta con estudios en la Facultad de Lenguas de la UNC. Allí cursó clases con Micaela Van Muylem, docente que no solo la formó sino que también la animó a especializarse como traductora.
La relación con ella fue clave. "Mica organizó talleres de traducción, me invitó a participar y un día me dijo que yo podía seguir dando clases cuando ella no estuviera. Me nombró, incluso, como su sucesora", relató entre risas. Esa confianza fue el puntapié para un camino que hoy incluye la traducción de libros infantiles publicados por la editorial argentina "La Brujita de Papel", como Terror en la escuela, Terror en el dentista, Camping catástrofe y Hotel Morondanga, todos traducidos del neerlandés al español rioplatense.
Cepernic también es docente de neerlandés en la Facultad de Lenguas de la UNC, donde dicta cursos cuatrimestrales en modalidad virtual, lo que le permite dar clases desde El Chaltén a estudiantes de todo el país. "La mayoría de los que aprenden neerlandés en Argentina lo hacen porque tienen un vínculo personal: una pareja, un familiar que vive en Países Bajos o Bélgica, o porque planean migrar. Pero dedicarse profesionalmente, como carrera, es muy poco común", explicó.
Su labor como traductora recibió reconocimiento por parte de la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina (ALIJA), que le otorgó una mención especial en traducción en 2023 por Terror en el dentista, y nuevamente en 2024 por Camping catástrofe. "Una de las cosas que destacaron fue que traducimos al español rioplatense, porque creemos que los libros para las infancias argentinas tienen que sonar como se habla en nuestro país", afirmó. Esta decisión fue consensuada con la editorial, que también aceptó sumarse a la campaña #EnLaTapa, promovida por la Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes (AATI), para que los nombres de quienes traducen figuren en la portada de los libros.
Catalina Cepernic y Micaela Van Muylem, traductoras de Neerlandés en Argentina
Además de traducir, Catalina sigue investigando literatura de habla neerlandesa en un equipo académico de la Facultad de Lenguas. Consciente de que no existe en Argentina una carrera formal para traductor de neerlandés, valora profundamente las capacitaciones que pudo realizar en universidades de Bélgica y Países Bajos. "Allá hay mucho interés en formar gente y difundir la cultura y la lengua, algo que acá aún falta desarrollar", señaló.
La industria editorial en el país, admitió, no es fácil. "Es muy costoso producir, más aún si se trata de literatura traducida", indicó. Aun así, Catalina sigue apostando por un trabajo que combina la pasión por las letras, la diversidad cultural y la precisión lingüística. "Traducir no es sólo pasar palabras de un idioma a otro. Es transmitir sentidos, contextos, estilos. Es una tarea invisible, pero fundamental para que podamos leer el mundo", concluyó.
Quienes quieran aprender neerlandés con ella pueden inscribirse a los cursos de la UNC o contactarla directamente por correo electrónico a catacepernic@gmail.com. Las inscripciones para el próximo cuatrimestre se abrirán en julio.