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Mito derribado: el running no arruina las rodillas

¿Correr genera artrosis? ¿Acelera la pérdida del cartílago? ¿Sirven los suplementos vitamínicos? Un especialista analizó para Infobae los mitos más comunes sobre los dolores articulares


Por mucho tiempo se especuló sobre si las personas que corrían tendrían en el futuro problemas en las articulaciones. La frase "Correr te va a arruinar las rodillas" fue oída, por lo menos alguna vez, por toda persona que decidió salir a la pista a entrenar.



La razón más común esgrimida es que las articulaciones son los amortiguadores del cuerpo y, por esto, soportan toda la presión de la caída al correr. Pero, ¿cuánto hay de mito y de realidad?



"La industria del calzado ha evolucionado mucho y las buenas zapatillas tienen la tecnología para evitar muchos de los problemas que antes eran más comunes. Sin embargo, el pie puede tener distintas posiciones al correr, resupinado o pronación, y eso no está contemplado en el calzado", explicó a Infobae Sebastián Teixido, (M.N. 113.882), médico traumatólogo de Ineba.



Artrosis: ¿un problema que se da más en runners?
Este leyenda circuló por mucho tiempo, pero ya no más. El estudio más exhaustivo sobre este tema lo realizó la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, que siguió a corredores y no corredores durante 18 años.



Los resultados revelaron que el 20% de los corredores desarrolló artrosis durante ese tiempo, pero entre aquellos que no corrían fue del 32%. Entonces, científicamente los corredores tienen menos posibilidades de sufrir artrosis de rodilla.



Además, otra investigación sobre los efectos del running y la caminata en las rodillas y las caderas descubrió que los runners habituales tenían casi la mitad de la tasa de artrosis con respecto a los caminantes regulares. Es más, los corredores con mayor "kilometraje" tenían la tasa más baja de artrosis.



"El running no genera artrosis, sino los deportes de contacto, donde el movimiento es más activo, e incluso hasta el sedentarismo. Por ejemplo, el fútbol somete a las articulaciones a un nivel de estrés, al doblar, frenar, pegarlo a la pelota, que el running no", explicó Teixido.



¿Acelera la pérdida de cartílago?
Para algunos especialistas la pérdida de cartílago -inclusive en las rodillas- es parte del proceso natural de envejecimiento y hasta el momento "no existe evidencia científica" que avale la teoría que el running acelere esa pérdida.



La verdad detrás de los suplementos
Si bien existen muchos productos en el mercado que aseguran regenerar el cartílago en la rodilla esto no es del todo cierto.



"Existen sustancias, como la glucosamina, que se depositan en la articulación y ayudan al proceso de regeneración del cartílago, ya que tienen la función de 'atraer agua'. Sin embargo, solo es efectivo en las personas que sufren de artrosis en sus primeras etapas; en los casos avanzados no causan efecto. Además, ayudan a lubricar la zona, pero para eso se deben consumir dos litros de agua por día, por tres meses como máximo", dijo Teixido.



Por otro lado, el experto aseguró que no hay estudios que avalen que los suplementos de vitamina D tuvieran algún efecto. De hecho, un estudio multidisciplinario de la Universidad de Boston demostró que las personas con este problema tenían los mismos niveles de dolor y pérdida de cartílago después de dos años, hayan o no consumido vitamina D.



La rodilla del corredor
La lesión más común entre los corredores es la rodilla de corredor, conocida clínicamente como condromalacia rotuliana o síndrome de dolor patelofemoral, que es la inflamación del cartílago debajo de la rótula.



Las razones de su surgimiento se encuentran en algunos problemas biomecánicos comunes. Estos incluyen las caderas y glúteos débiles, que introducen inestabilidad más abajo en las piernas; cuádriceps débiles o hasta los isquiotibiales, que transfieren una parte del impacto de la ejecución de las rodillas.



"Dependiendo de los grupos musculares predominantes, se puede tener distintos patrones de marcha. Eso puede generar problemas, pero cada caso es especial", aseguró Teixido.



Qué lo produce
El running es la disciplina más adaptada a los progresos que la evolución produjo en el hombre. A fin de cuentas, el hombre corre desde los inicios de humanidad para conseguir alimentos, entre otras cosas. Por lo que la biodinámica está adaptada para realizar estos movimientos sin mayores problemas.



Sin embargo, eso no significa que se realice bien de manera instintiva y existen diferentes razones que pueden causar dolor en el área, como el mal entrenamiento.



"Una persona que empieza a correr, que no tiene el hábito y quizá alguna lesión preexistente, que está latente, pero no la siente a priori, puede sentir dolor. Aunque también, puede sucederle a alguien que corre hace tiempo y se sobreexige".



Por ejemplo, el síndrome de la cintilla iliotibial consiste en fricción continua de la banda iliotibial sobre el lateral del fémur con la flexión y extensión repetida de la rodilla durante la carrera, que provoca inflamación de la zona y dolor. Sucede mucho en los que corren, pero que además hacen otro deporte de contacto.



"Cuando se realiza marcha prolongada o bicicleta, una mala elongación puede acarrear dolores de cintura y rodillas. Es muy importante estirar bien los gemelos, los isquiotibiales y el plantar delgado para evitarlos"



Cómo evitarlos



"La única manera de cuidarse es a través del calzado indicado, correr en una superficie blanda y conocer cuál es la estabilidad de las rodillas".



"Cuando la marcha produce dolor, tanto en rodillas como en los pies, es recomendable realizarse una plantigrafía, que se utiliza para adaptar la zapatilla a la persona. Aun así hay personas que seguirán sintiendo dolor". (INFOBAE.COM)

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