¡River campeón!

El Millonario jugó con una personalidad increíble y aunque resultó exagerado en las cifras, venció bien al conjunto brasileño, dando vuelta el 0-1 de la ida para levantar la Recopa Sudamericana, 12° título internacional del conjunto de Núñez y 10° festejo en la gestión Marcelo Gallardo.

Diga que ya se estrenó la película de River porque el 3-0 sobre Paranaense era para incluirlo como un capítulo más para que los hinchas inflen aún más el pecho.



El Millonario jugó con una personalidad increíble y aunque resultó exagerado en las cifras, venció bien al conjunto brasileño, dando vuelta el 0-1 de la ida para levantar la Recopa Sudamericana, 12° título internacional del conjunto de Núñez y 10° festejo en la gestión Marcelo Gallardo.



La primera media hora de River fue muy buena. Paciente, con movimientos precisos y pensados y verticalidad, gestó momentos interesantes de juego, y eso lo tradujo en situaciones. En ese lapso tuvo sorpresa con las subidas de Montiel, quien fue una pesadilla constante para Renan Lodi.



Precisamente por el andarivel derecho nació la mejor acción de la etapa, que culminó con un remate de Nacho Fernández que rebotó en el poste izquierdo. Después empezó el show de Santos, quien en dos ocasiones ahogó el grito de las 65.000 almas que coparon el Monumental.



En primer lugar controló un peligroso cabezazo de Pratto y luego le sacó abajo, contra el primer poste, un remate que tenía destino de gol al mismo Oso.



Con el correr de los minutos Paranaense se afirmó y empezó a tomar confianza. Manejado por Lucho González, se animó y hasta estuvo cerca de la apertura cuando el ex River se encontró sorpresivamente solo con Armani, quien le tapó el remate a quemarropa.



Abrió el VAR



En el complemento River se llevó por delante a su rival pero le costaba generar riesgo. En el momento en que la defensa visitante parecía inexpugnable, ante una pelota parada, Pinola pateó al arco y el balón rebotó en la mano derecha de Lucho González. Tobar recurrió al VAR, cobró la pena máxima, Ignacio Fernández lo ejecutó violento a la izquierda, Santos desvió, la pelota pegó en el poste y el rebote lo recogió el mismo Nacho, que empujó de zurda a la red.



El partido se hizo dramático porque River estuvo en dos oportunidades a punto de ampliar la ventaja pero Paranaense también tuvo un par para lograr la igualdad. El alargue se imponía.



A toda orquesta



El final fue soñado para el hincha de River. En el primer minuto de descuento, Suárez habilitó a Pratto, quien definió con clase desatando la euforia de los Millonarios.



Y sobre en el cuarto de los seis que adicionó Tobar, una réplica bárbara culminó con un gran gol del cordobés para cerrar la noche con un triunfo justo aunque exagerado. River, otra vez en la gloria. ¡Salud campeón!



 



 


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