Torino 380 W: a 50 años de una hazaña histórica

Se la conoció como la “Misión Argentina” a Nürburgring que se inició un 19 de agosto del 1969, con tres autos y nueve pilotos.

No fue una carrera más, sino que para la época era una de las competencias más destacadas dentro del automovilismo mundial.



Al escenario alemán se lo conoció como el “infierno verde”, donde Juan Manuel Fangio corrió una carrera sensacional, al bajar 10 veces el récord y ganar la prueba con una Maserati 250F en 1956, mientras que mucho tiempo después (1976) las llamas envolvieron el auto y al piloto  Niki Lauda.



Un “chueco” y un “mago”

A 3 años que desde la planta de IKA saliera a la calle el Torino  que incursionó en el Turismo de Carretera, el “chueco” de Balcarce se involucró junto a Oreste Berta, el “mago” de Alta Gracias en una misión que muchos llamaron -anticipándose al resultado y también a la película- como “imposible”. Pero ahí, hace 50 años, entre los Mazda, Lancia, BMW, Porsche, Fiat, Renault, Alfa Romeo, Mercedes Benz y Ford, hubo tres Torinos 380W.



 



Las reglas

Las reglas establecían que cada auto debía tener tres conductores para pilotear las 84 horas –3 días y medio– sin cesar en el circuito, teniendo en cuenta que no podrían manejar más de cuatro horas continuas. Además, en cada parada en boxes sólo dos mecánicos, entre los que se encontraba Pablo Macagno (preparador después del TC del mendocino José Manzano) podían tocar el auto y por cada minuto de fracción en los pits se descontaba una vuelta de 29 kilómetros.





Entre dos. Café de por medio dialogan Juan Manuel Fangio y Oreste Berta, ambos responsables de la “Misión” Argentina a Alemania



Las malas

El primero que tuvo un inconveniente fue el “Chino” Rodríguez Canedo cuando al volante del muleto chocó a 150 kilómetros por hora contra unos árboles tras agarrar mal una curva. El piloto salvo su vida pero el auto solo sirvió como repuesto. Después la torrencial lluvia se transformó en el escenario constante de la extensa prueba. Eso no impidió que durante las primeras 10 horas de carrera, uno de los Torino se ubicara en la punta de la competencia, mientras que los otros dos estaban entre los seis primeros. A media competencia el agua inundó parte del trazado y Jorge Cupeiro se salió del asfalto y dejó al Torino número 2 fuera de competencia. 



Y para completar ese oscuro panorama una falla en las luces del “Toro” (número 1) en manos de Rubén Luis Di Palma, le impidieron ver una curva, por lo que terminó despistado  abandonando la prueba.



La hazaña

Al final, con un escape roto que hacia demasiado ruido, el Torino (3) con más vueltas cumplidas (334, pero le contabilizaron 315)  terminó detras de un Lancia, un BMW  y un Triumph.  Lo condujeron al cuarto puesto el sanjuanino/mendocino Eduardo Copello, Oscar Mauricio Franco y y el porteño Alberto Rodríguez Larreta, pero todos lograron una hazaña irrepetible.





Los Andes. Así destacó el final de la prueba con un Fangio en andas



El circuito

La construcción del Circuito de Nürburgring comenzó el 27 de abril de 1925, para ser finalizada dos años más tarde: toda una proeza que se explica por la gran cantidad de mano de obra que generó su construcción. y que supuso un alivio tras la Gran Guerra.



Con un desnivel máximo de 300 metros y sus 174 curvas en sus 28.265 metros de largo originales, el trazado se consideró desde el comienzo como uno de los circuitos más exigentes del mundo. A finales de los años 60 era el circuito más peligroso de la Fórmula 1 y no se había cobrado pocas vidas, entre las cuales estaba la del piloto Peter Collins en 1958.



Sepa más

En la década del ‘60, se producían en el país 15 modelos de autos y el 95 % era de fabricación nacional.



Entre ellos se puede mencionar a Ford, con sus modelos Falcon y Fairlane; Chevrolet sacó el Chevy;  Auto Unión, los 600 y 1500 de Fiat; Peugeot con sus modelos 404 y 504; el Citroën 2 CV y la fábrica IKA que lanzó al mercado el Renault Dauphini y el Torino.


Más de Nacionales