Tras la prisión, los empresarios K buscan retomar sus negocios
Cristóbal López, de Indalo, y Gerardo Ferreyra, de Electroingeniería, evalúan cómo regresar a la actividad privada; problemas de caja y con la AFIP.
Fueron largos meses en la cárcel, lejos de su familia y de sus amigos, pero también fuera de sus empresas. Justamente, ese ámbito que los había acercado al poder y que, tras el paso por prisión, podría volver a acercarlos si el kirchnerismo desembarcara en la Casa Rosada.
Cristóbal López y Gerardo Ferreyra, los dos empresarios que fueron liberados en los últimos días, atraviesan -con distintos matices- situaciones de debilidad económica: sus compañías apenas lograron sobrevivir durante el macrismo, mantienen deudas con la AFIP y carecen de proyectos salvadores, aparte de un resultado electoral alentador.
"Primero recuperamos la libertad. El segundo paso será recuperar el manejo de las empresas", dijo Cristóbal López horas después de haber dejado el penal de Ezeiza. Pero volver a tomar el control de las empresas no será tarea sencilla, reconocen desde su entorno. Desde el punto de vista legal, sus abogados ya abrieron varias alternativas, aunque en todas las posibilidades necesitará un guiño de la Justicia o de la AFIP.
¿Qué empresas quiere recuperar Cristóbal López? Todas las empresas que están manejadas por la Justicia a raíz de la quiebra de Oil Combustibles. Dispuestos a volver a ganar protagonismo, sus abogados interpusieron un recurso ante la Corte Suprema que cuestiona la quiebra de Oil, pero se esperanzan con que los acreedores acepten su propuesta (con fondos que ya están en la compañía). Aunque para eso necesitan un cambio de postura de la AFIP -uno de esos acreedores-, el organismo que denunció al empresario por la deuda y que depende de la Casa Rosada.
Los medios de comunicación como C5N y Radio 10 -entre otros-, claves para el empresario durante el año y medio que permaneció detenido, no serán un problema, confían cerca del empresario. Aún detenido mantuvo la conducción junto a su socio Fabián de Sousa, a pesar de que cada movimiento es actualmente supervisado por la Justicia, al estar en convocatoria.
Si el propio Cristóbal López levantó el teléfono minutos antes de ser liberado para pedir que C5N le diera más difusión a su liberación, una noticia que ya anunciaba en pantalla su competencia. El empresario prácticamente se ha desentendido de lo que ocurre en los medios mientras descansa en Comodoro Rivadavia.
Electroingeniería también tuvo complicaciones económicas, pero hasta ahora ha evitado los laberintos de la Justicia Comercial. "Estos años nos dedicamos a sobrevivir y acá estamos", dijeron cerca de Ferreyra, convencidos de que fueron perjudicados durante el gobierno de Mauricio Macri por diferencias ideológicas. Y aseguran desconocer los pasos a seguir por el empresario involucrado en los cuadernos de las coimas.
Ferreyra dejó el management de Electroingeniería cuando fue detenido. Desde la compañía prefirieron no hacer declaraciones, pero fuentes cercanas al empresario aseguran que por ahora no estaría interesado en volver a ser la cara de la firma. "Ya no es lo mismo que antes", dijo una fuente de su entorno.
La situación de la firma cordobesa no colabora con su decisión: su principal proyecto, la construcción de una represa en Santa Cruz, está en peligro por problemas técnicos; su paralizaron muchas de sus obras públicas (aseguran que por diferencias políticas) y mantiene una deuda con la AFIP, que se regulariza con un plan de pagos, informaron allegados.
Por la magnitud de la obra, la suerte de Electroingeniería está atada a la represa que construye en Santa Cruz junto a la china Gezhouba. De hecho, esa participación en la represa fue lo que le permitió la subsistencia: vendieron en febrero un 16% del proyecto (y cedieron el control) para solventarse después de que estallara el escándalo de los cuadernos. La construcción de la represa presentó en los últimos meses problemas técnicos que retrasarán la obra. Electroingeniería se quedó con el 20% del proyecto, pero Ferreyra y su socio Osvaldo Acosta no descartan ahora venderlo. De hecho, ya hubo empresas argentinas interesadas en entrar en el negocio con la bendición de Gezhouba, según pudo reconstruir LA NACION.
Dos casos emblemáticos
Cristóbal López (Grupo Indalo)
Quiere recuperar las empresas concursadas que ahora maneja la Justicia. De descanso en Comodoro Rivadavia, sus abogados ya evalúan estrategias legales, mientras él se apalanca en sus medios de comunicación.
Gerardo Ferreyra (Electroingeniería)
Involucrado en la trama de los cuadernos de las coimas, el dueño de Electroingeniería se mantiene aún formalmente fuera de la compañía. Podrían desprenderse de la represa en Santa Cruz, que tuvo problemas técnicos.
Por: Iván Ruiz - www.lanacion.com.ar