Con nuevo plan de negocios, LASA ya se prepara para volver a volar

Luego de que a fines del año pasado decidiera suspender sus servicios debido a la difícil coyuntura económica, la aerolínea LASA consiguió el apoyo de nuevos inversores extranjeros, reconfiguró su plan de negocios y ya se prepara para volver a volar.

“Presentamos el plan de la compañía a las autoridades con tres novedades importantes: la primera de ellas es que resiste un dólar de hasta 55 pesos. Tener previsto este dólar nos ayudará a atravesar la tormenta económica”, subrayó el director de la compañía, Juan Carlos Silenzi.

“La segunda novedad importante es que decidimos un cambio de equipo, porque en esta nueva etapa no nos alcanzan 50 plazas. En virtud de las bajas tarifas y el dólar alto, necesitamos más asientos y ya solicitamos dos Embraer 190 para reemplazar los Embraer 145. Son iguales a los que está operando Austral, con 80 butacas económicas y nueve en clase ejecutiva”, agregó.

Por último, Silenzi destacó que “también hicimos un cambio importante en las rutas”. La aerolínea dejará de volar a Santa Rosa. Las operaciones se concentrarán en Mar del Plata - Bahía Blanca – Neuquén, en la ruta Neuquén – Bariloche - Calafate - Ushuaia y en Neuquén - Comodoro Rivadavia - Río Gallegos - Río Grande - Ushuaia. La idea es poner en marcha los servicios que abarcan la Patagonia en los primeros 60 días.

Queda por realizarse aún la reunión de los equipos de operaciones, despacho, programaciones y mantenimiento de la firma con las autoridades de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) y establecer qué documentación falta o está vencida. “Luego, solo resta salir a volar”, afirmó Silenzi.

A poco más de un mes de comenzar a volar (había obtenido en audiencia pública la autorización para operar 19 rutas nacionales y regionales), el 8 de diciembre de 2018 LASA debió anunciar la suspensión de las operaciones.

La empresa informó entonces que se encontraba "en búsqueda de socios estratégicos".

Silenzi había explicado que la decisión se debía a "la situación económica del país", "la devaluación del peso”, "la dolarización del combustible" y "la perforación de la banda mínima de tarifas”, que conformaban “un combo explosivo que lleva a la compañía a reconfigurarse para continuar con las operaciones".

Fuente: Ambito Financiero