Confirmaron las dos primeras muertes por coronavirus en Villa Azul: eran pacientes que estaban internados

Se trata de un hombre de 69, que estaba en el hospital Fiorito de Avellaneda, y de otra persona cuya identidad no fue confirmada aún. En ese barrio popular del conurbano hay 276 casos positivos.

El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires confirmó este miércoles a Infobae la muerte de dos vecinos de Villa Azul, compartido por los municipios de Quilmes y Avellaneda, que estaban internados como pacientes con Covid-19 positivo.



Se trata de un hombre de 69 años con domicilio del lado de Avellaneda que tenía hipertensión y diabetes y estaba internado en el Hospital Fiorito de esa ciudad. Sobre la otra persona ninguna fuente oficial pudo confirmar aún su identidad y en qué centro de salud estaba bajo tratamiento. En total, de momento hay 276 casos positivos en el barrio.



De acuerdo a la información que brindaron fuentes de las comunas que tienen jurisdicción sobre este barrio popular del conurbano ambas personas vivirían del lado de Avellaneda.



Aunque también admiten que en Villa Azul esto es frecuente por dos razones: del lado de Quilmes no hay calles con nomenclatura -solo pasillos- y además, cuando el municipio de Avellaneda comenzó con las obras de urbanización (en 2008) muchos habitantes del barrio fijaron domicilio en esa comuna para poder acceder a una vivienda digna.



Villa Azul, donde viven aproximadamente 4.000 personas, quedó cercada en una cuarentena propia desde el 24 de marzo, después de que se detectaran de repente 53 casos en un día. Los vecinos con síntomas fueron sometidos al testeo y los casos positivos se trasladaron, según la gravedad, a hospitales de la zona o a lugares de aislamiento, como la Universidad Nacional de Quilmes.



Hace 45 años, durante la dictadura militar, Villa Azul y Villa Itatí conformaban un solo barrio; una “villa miseria” sin nombre, cuyos primeros habitantes, algunas décadas antes, eran cirujas que se fueron instalando alrededor de los basurales, en el borde de las zonas de clase media de Wilde, en Avellaneda, y Bernal, en Quilmes. Después de estas villas, en esa época, venía la nada: el campo, los viñedos de uva chinche y la selva marginal de la costa.



Cuando el gobierno de facto construyó el Acceso Sudeste, una especie de circunvalación por los antiguos bordes de la ciudad de Avellaneda y Quilmes, Azul e Itatí quedaron divididas por la autopista. Villa Azul creció de la margen “norte” y fue doblemente partida: “encerrada” por esta ruta se extendió hacia la zona de los chalets de la burguesía industrial de Wilde.



Fuente: Infobae 


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