Mendoza: lo condenaron a cuatro años y medio por abusar de sus tres nietas

El hombre tiene 79 años, por lo que cumplirá la pena en su domicilio. Los abusos datan de los veranos del 2003 y 2004, cuando las entonces niñas iban a pasar las vacaciones a su finca, ubicada en Rivadavia. Tras 14 años, las víctimas revelaron los casos e hicieron las denuncia contra el jubilado.

El sufrimiento de una familia llegó a su fin tras un fallo que se dictó en el Fuero Penal Colegiado de la Tercera Circunscripción Judicial, en San Martín. El tribunal compuesto por Eduardo Orozco, María Victoria Franano y Salvador Arnal decidió condenar a cuatro años y seis meses a un jubilado de 79 años por los abusos cometidos contras sus tres nietas. Los hechos ocurrieron durante los veranos del 2003 y 2004 pero las víctimas hicieron la denuncia a fines del año pasado, cuando una de ellas tuvo el valor para confesarle todo a su madre, ya que se había vuelto un secreto guardado bajo llave entre las tres hermanas, que tenían 4, 8 y 10 años cuando padecieron las vejaciones.



Los jueces consideraron al abuelo como culpable de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante contra la menor de ellas, y dos abusos simples a las restantes.



Las víctimas habían sido sometidas a diferentes peritajes psicológicos, una de ellas en Cámara Gesell –ya que tiene 17 años–, los cuales arrojaron que los relatos eran creíbles, no tenían inconsistencias y que las jóvenes no tenían señales de ser fabuladoras. Esas y otras pruebas fueron presentadas frente al Tribunal, que las consideró suficientes para fallar en contra del anciano.



La decisión se situó en un punto medio, con respecto a los pedidos de la fiscalía, representada por Mariano Carabajal, y la defensa, quienes habían solicitado ocho años y la absolución lisa y llana, respectivamente.



Además, al hombre se le acumuló una causa que tenía por tenencia ilegal de arma de fuego, ya que se le halló un importante armamento en su casa, cuando fue detenido en marzo de este año.



Más allá de la pena recibida, por su edad, el hombre cumplirá con su reclusión en su domicilio de Los Campamentos, Rivadavia, donde se perpetraron los abusos, hace ya 14 años atrás.



 



“Vamos a jugar”



Corrían los últimos días del pasado año, cuando una de las víctimas destapó el caso de abuso intrafamiliar que, junto a sus dos hermanas, habían estado preservando durante más de una década, tal vez, para no desestabilizar a su familia o, más precisamente, a su madre, hija del hombre que las había sometido sexualmente cuando eran sólo unas niñas.



La joven, que en ese momento tenía 21 años, mantuvo una discusión con su progenitora, en la que terminó por revelarle que parte de los problemas que tenía eran por culpa de su abuelo. Su madre, sorprendida por esa afirmación, le preguntó por qué había dicho eso, a lo que la muchacha le respondió con la aberrante historia de las vejaciones que habían sufrido en las vacaciones del 2003 y 2004.



En esa época, las pequeñas solían ir a pasar las vacaciones de verano a la finca de su abuelo, en el mencionado distrito rivadaviense, lugar que amaban por su belleza y tranquilidad. Sin embargo, allí también terminarían viviendo los peores días de sus vidas.



Según consta en el expediente, ciertos días, el abuelo de las niñas aprovechaba los momentos en los que estaba en soledad con alguna de ellas y las atraía hacia un lugar discreto diciéndole “vení, vamos a jugar un juego”. Eran en esos momentos en los que aprovechaba para manosear a sus propias nietas.



La reconstrucción de los hechos indica que las dos mayores sólo padecieron tocamientos por parte de su abuelo, mientras que a la menor, que tenía 4 años cuando todo ocurrió, le introdujo los dedos en su partes íntimas.



 



Durante los años posteriores a los abusos, las menores continuaron visitando a sus abuelos en el Este pero nunca más permitieron que el hombre las volviera a tocar, según aseguraron en sus testimonios. Incluso, entre las tres protegieron a una hermana más pequeña, que nació en esos años, para que no pasara “por el mismo infierno”, según explicó la madre de las víctimas durante una entrevista con El Sol.



Lo cierto es que, luego de que las tres hermanas le relataron a su progenitora lo sucedido, esta las alentó para que realizaran la denuncia correspondiente en la Justicia.



La misma se recepcionó durante los últimos días de diciembre en la Unidad Fiscal de Rivadavia-Junín, que, tras cuatro meses de instrucción, solicitó la captura del jubilado. Luego de ser detenido por la Unidad Investigativa Departamental Rivadavia (UID), el hombre accedió a la domiciliaria, por lo que aguardó el juicio en su finca, la que 14 años atrás fue escenario de los abusos a sus propias nietas.



El Sol


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