Así fue el arresto del empresario argentino más buscado por trata y prostitución

Raúl Martins fue apresado mientras realizaba un trámite migratorio de rutina.

Luego de ser investigado por agentes federales durante más de una década, y con una acusación que lo señala como el líder de un grupo criminal dedicado a la trata y explotación de personas, fue detenido este jueves en México el empresario argentino Raúl Martins, mientras realizaba un trámite migratorio de rutina. El 4 de septiembre pasado se había emitido una circular roja de Interpol con el pedido de captura ordenado por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°1.



Ahora, autoridades judiciales argentinas ya tomaron contacto con la Procuración General de la República (PGR) de México, y en conjunto analizan la situación y evalúan si Martins -que cuenta con doble nacionalidad y tiene una orden de captura vigente- finalmente será extraditado.



Información judicial a la que accedió LA NACION confirma que la organización que comandaría el empresario nocturno funciona aún en la Argentina a través de un esquema que -según los investigadores- reúne al menos a 50 jefes operativos en un complejo entramado que conecta empresas y sociedades legales con prostíbulos clandestinos y antros de explotación sexual.



En julio de este año, la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal confirmó el procesamiento de Martins, ordenado por la jueza María Servini, luego de una extensa investigación que comenzó en 2009 y que estuvo dirigida por los fiscales federales Marcelo Colombo y Alejandra Mangano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), y también por Federico Delgado, titular de la Fiscalía Federal N°6 de Comodoro Py.



De los diferentes expedientes en los que Martins aparece nombrado como el líder del grupo, se desprende un dato clave: el apogeo económico de su negocio fue anterior al 29 de abril 2008 -cuando se promulgó la Ley de prevención y sanción de la trata de personas- y estos grupos, en general, comenzaron a ser perseguidos con mayor vehemencia desde el Estado.



Puntualmente, los investigadores judiciales aseguran que este grupo criminal opera en la ciudad de Buenos Aires hace más de 25 años y que el detenido llegó a manejar diez prostíbulos en la zona de Once, Flores, microcentro y Recoleta, de los cuales obtenía -en 2006- ganancias anuales cercanas al millón y medio de dólares. Para administrar el dinero, Martins habría contado con el soporte fundamental de su madre y de su hermana, quienes para el Ministerio Público Fiscal participaron en maniobras de lavado.



En marzo de 2011, durante un megaoperativo ordenado por los tres fiscales, se allanaron 46 prostíbulos, de los cuales 4 pertenecían a este grupo criminal. Fue también en ese año, pero en diciembre, cuando Lorena Martins -hija del acusado- se presentó ante la Justicia.



Denunció las presuntas actividades ilegales de su padre y aportó importantes datos sobre la estructura del grupo, que también contaba con un prostíbulo en Mendoza y otros en México, adonde el sospechoso -según explican fuentes judiciales- "replicó el mismo modelo que había construido en la Argentina".



Para cercar a Martins, según cuentan los investigadores que participaron del proceso de recolección de datos, fue necesario analizar sus vínculos, y estudiar cómo se movían los integrantes del núcleo duro del grupo; saber quiénes y por qué estaban en contacto con los inmuebles, las sociedades y empresas vinculadas con el prófugo, que también ha sido señalado por el MPF como ex miembro de la disuelta Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).


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