Macri dijo a empresarios que el control del dólar no le gusta, pero lo aplicó "para evitar daños mayores"

Durante la cuarta jornada de AEA, los empresarios pidieron un plan de gobierno previsible, estabilidad macroeconómica y seguridad jurídica.

nte un foro colmado de los empresarios más influyentes de la Argentina, el presidente, Mauricio Macri,  admitió este miércoles que las medidas de control cambiario "no nos gustan", pero aclaró que "fueron implementadas para evitar daños mayores y sean lo menos invasivas posibles".



"Buscamos cuidar el ahorro de la clase media, porque sabemos que sus ahorros significan mucho. Con estas medidas estamos protegiendo ese esfuerzo", enfatizó el jefe de Estado.



Además, Macri reclamó que "todas las fuerzas políticas demos señales reales de previsibilidad" para lograr que la situación económica del país e estabilice.



El Presidente se expresó así al clausurar la jornada de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que se lleva a cabo en un hotel porteño.



"Nos concentramos en tratar de contener al máximo el impacto negativo para llevar alivio en el día a día. Queremos estabilizar el tipo de cambio para que no siga repercutiendo en más inflación y más pobreza", afirmó, y anunció el aumento del piso del impuesto a las ganancias que afectará a 4 millones de argentinos.



Luego del fuerte sacudón económico que se vivió tras las PASO del 11 de agosto, en las que se impuso con claridad el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, empresarios argentinos que dirigen emporios privados en el país coincidieron este miércoles en que el  próximo gobierno debe hacer un llamado a todos los sectores para establecer un plan de gestión enfocado en la "previsibilidad, la estabilidad macroeconómica y la seguridad jurídica".



Los señalaron empresarios como Alfredo Coto (Supermercados Coto), Carlos Blaquier (Ledesma), Martín Migoya (Globant) y Paolo Rocca (de Techint) al participar de la cuarta jornada de la Asociación Empresaria Argentina (AEA). 



Coto dijo que a pesar de la crisis actual, hay oportunidades hacia adelante por el nivel de competitividad que tiene el tipo de cambio y la potencialidad que, desde siempre, conserva la Argentina.



"Hemos comprado un frigorífico y exportamos a China. La balanza de pagos de Coto hoy da a favor. Hicimos un buen camino. Me favoreció el dólar. Abrimos el juego, hicimos una oferta comercial más amplia y acá estamos. Vendemos un poco más de esto y poco menos de lo otro", dijo Coto.



Además, el dueño de la cadena de supermercados que lleva su apellido dio su opinión respecto de los movimientos en el tipo de cambio.



"Los empresarios podemos invertir, pero necesitamos un dólar estable", aseguró el ejecutivo en diálogo con los medios.



Recientemente, Coto anunció una inversión de u$s25millones para modernizar una planta frigorífica ubicada en Rosario que le compró en 2018 a Mattievich. El objetivo del desembolso es aumentar la faena de 15.000 cabezas mensuales a 20.000, además de incrementar las exportaciones.



A su vez, la compañía incrementó su presencia en el exterior con la creación de filiales en Shanghái y Dubai con la idea de duplicar los envíos de carne al exterior y superar los u$s 100 millones en exportaciones para 2019.



Por su parte, Blaquier señaló que el país debe trazar un plan que apunte a la estabilidad macroeconómica, a la estabilidad jurídica para que se apliquen las leyes vigentes y a la estabilidad institucional que es el apego a la constitución.



"Cuando uno analiza los últimos cien años de historia la inflación fue del 105% anual. En 1989 fue más de 3.000 con una suba del tipo de cambio mayor al 4.000. Así es imposible", dijo el empresario. 



Por ello, pidió un "respeto irrestricto a la propiedad privada, seguridad jurídica, bajo gasto, ataque sin piedad a la corrupción y baja presión tributaria. Así fue como Singapur llegó a ser el país que es hoy desde 1965".



A su vez, Migoya, de Globant, consideró que en la Argentina hace falta "previsibilidad", porque si no es prácticamente imposible trazar un proyecto de largo plazo en la Argentina, lo que expulsa empresas hacia otros países como India y Colombia. 



"Tenemos una oportunidad fenomenal hacia adelante, por el talento que hay en la Argentina, pero esto debe ser empujado por una política de Estado", sostuvo. 



En tanto, Paolo Rocca dijo que "el gran desafío es hacer crecer el país" y señaló que los empresarios tienen la responsabilidad de seguir identificando los caminos que nos llevan a eso, que les permite imaginar un país distinto a diez años.



"Es posible un mayor nivel de ingreso per cápita, con una visión positiva, con esperanza. La confianza comienza en la visión a largo plazo. El crecimiento es fundamental, es empleo y necesitamos aumentarlo porque eso es integración social y gobernabilidad", consideró.



Y enfatizó: "La gente no quiere planes, quiere empleos. El empleo es la base de la movilidad social. Y lo que más esperanza da hacia el futuro es la movilidad social".



Por su parte, el economista Ricardo Arriazu consideró que "crecer al 5%, con los recursos que tiene la Argentina, técnicamente no es difícil" aunque aclaró que "en la Argentina cada cosa que hay que hacer es considerada políticamente incorrecta".



"Como país no nos damos cuenta que seguir de esta manera solo va a hacer un país invivible, con pobreza en crecimiento y todos los recursos que tenemos serían totalmente desaprovechados", dijo el economista en la IV jornada de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que se desarrolla en el Hotel Sheraton de Retiro.



En este sentido, señaló que "el gran desafío de nuestra dirigencia es cómo se logra esto. Necesitamos gente capacitada para explicar y convencer a la población".



"Cuando me invitaron a participar decidió que no iba a hablar del tipo de cambio y esas cosas, sino de los temas importantes. Me llegó la invitación antes de la PASO", sostuvo el economista y arrancó una leve risa al auditorio, repleto de empresarios y gerentes de empresas.



El titular de la consultora Arriazu Macroanalistas se refirió a una dinámica que denominó "la decadencia secular argentina", que, según precisó, lleva ya casi un siglo. "La carrera de los argentinos para elevar la tasa de crecimiento es una tarea que sigue pendiente. Es un fracaso que empezó en la década del 20", apuntó.



"Lo que nosotros nunca aprendimos es a ser prudente. En los momentos de intercambio favorable hay que ahorrar para momentos malos, pero lo que nosotros hacemos es nos gastamos todo y pedimos prestado. Tenemos una gran fiesta y después tenemos que pagarla", apuntó.



La inflación, los impuestos distorsivos y el control del gasto público están entre los principales problemas de la economía argentina que preocupan a los empresarios de cara al próximo Gobierno. Hombres y mujeres de negocios coincidieron este miércoles en la cuarta jornada de la Asociación Empresaria Argentina (AEA) en un hotel porteño.



Cristiano Rattazzi, CEO de FCA Argentina, dijo que el país tiene un "problema enorme de inflación" que no ha sabido controlar en los últimos veinte años, lo que la convierte en un país "poco creíble".



 "Este no es un país previsible, las cuentas de la empresas no tienen valor porque se hacen sobre la base de presuposiciones y con ajustes que finalmente luego no se concretan", se quejó Rattazzi. 



El empresario consideró que al principio de este Gobierno se habló mucho de inflación y pobreza, pero no se ha podido avanzar en nada de ello e indicó que a esos temas él desde el principio agregó la necesidad de combatir los impuestos distorsivos.



Asimismo, se quejó de los "costos laborales" y pidió reformas: "No tiene sentido que el obrero mexicano reciba el 85% de lo que le cuesta la compañía en su bolsillo y el argentino reciba apenas el 45% y todo lo otro vaya al Estado".



 "Iban a eliminar las retenciones, ingresos brutos y el impuesto al cheque. Los tres todavía están. Hay otros impuestos como tasas municipales y provinciales que son desastrosas para la exportación", dijo Rattazzi.



Luis Perez Companc, director de las principales empresas del Grupo Perez Companc, consideró "la Argentina es un país espectacular, con un potencial enorme, con recursos naturales que no están siendo aprovechados".



"Esto es recurrente, estamos en un círculo vicioso del que no podemos salir. Esto a veces es desmotivante para uno como empresario. Tenemos que buscar esa previsibilidad que hoy no tenemos. Como país, debemos buscar que el resto del mundo nos crea y para eso hay que fijarse en el largo plazo, establecer marcos regulatorios. En algún momento tenemos que sacar la cabeza de debajo del agua", sostuvo.



María Luis Macchiavello, de Droguería Sud, afirmó que el país debe enfocarse en los próximos años en implementar programas de impulso a la innovación y tecnología, porque el mundo está cambiando a un ritmo vertiginoso del que la Argentina no puede apartarse. 



Eduardo Costantini, CEO de Consultatio, consideró que el problema de la Argentina es el manejo de las personas y los grandes desencuentros, sobre todo entre quienes ocupan lugares clave de toma de decisiones.



"Tenemos que buscar un contrato social de largo plazo. Y saber que el exceso de gasto es lo que lleva que cada diez o quince años se defaultee la deuda. Además, se va pulverizando la moneda nacional que lleva a los argentinos a ser los primeros en no creer en la Argentina", dijo.



Fuente: IProfesional 


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