La nueva tomada de pelo del gobierno a la administración pública

Si no tuviera como protagonistas al Ejecutivo y los tres gremios de la administración pública provincial de Santa Cruz, lo sucedido en la paritaria salarial realizada en la subsecretaria de la función pública, podría ser  retratado como una broma de mal gusto. Pero no lo fue. 


 


El Ejecutivo no ofreció ninguna suma o porcentaje de mejora salarial al sector  debido a que si bien cuentan con la aprobación del Impuesto Inmobiliario Minero y paquete de leyes fiscales que mejoraran a las arcas del Estado, estiman que las mineras presenten medidas cautelares contra este impuesto.  


Por lo menos  en 10 oportunidades-solo este año-  tanto el gobernador, jefe de Gabinete, diputados que adhieren al Ejecutivo e Intendentes, gremios y jubilados, pidieron la aprobación de estas normas que posibilitaran mas recaudación al gobierno para el segundo semestre - más de 200 millones de pesos anuales-y así realizar una oferta salarial. Pero  ahora, las posibles presentaciones  en la justicia-que aun no sucedieron-  es el argumento del Ejecutivo para no ofrecer más aumentos a n sector que incluye la ex ley 591, el que se encuentra en la base de la pirámide salarial de la provincia. 


Esta excusa del Ejecutivo se cae inmediatamente cuando se menciona que tanto ADOSAC como otros gremios ya han resuelto una suba para el segundo semestre, o una mejora. En el caso del sindicato docente,  el ofrecimiento suma un porcentaje que al adherirlo al primer  incremento  del año, eleva el salario básico a casi 2.300 pesos, cuando el objetivo del gremio era 2.400 pesos.


 Pero todo tiene una explicación. El gobierno no quiere confrontar con el sector docente, que es punta de lanza para mayor conflictividad y en la cual otros sindicatos podrían sumarse. Por eso  era mejor  para el gobernador- acordar primero con la organización en un año electoral.  


A esto sumemos que no son precisamente muy confrontativos   los sindicatos de la administración pública. Salvo, ATE, con la nueva conducción,  APAP y UPCN firmarían cualquier mejora que el gobierno dictamine.  Esto  es claro, solo basta recordar que le sucedió a los Autoconvocados de la ex ley 591-que aun protestan-  que no estaban a favor del polémico primer acuerdo salarial: represión policial.  


El resultado de las paritarias no fue una broma de  mal gusto. Fue mala gestión, poca cintura, y "casi" una tomada de pelo. (El Diario Nuevo Día). 


 

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