Mendoza

Caso de alquiler de vientres: podrían caratularlo como trata

El abogado de Argentina Maternity insiste en que no hubo dinero de por medio, pero la gestante y el supuesto padre lo desmienten


El caso de la
bebé que dos hombres chilenos intentaron sacar de Mendoza hacia Chile está cada
vez más cerca de ser caratulado como un caso de trata. La mujer de 32 años que
vive en Los Barrancos, Godoy Cruz, admitió ante la Justicia que alquiló su
vientre y entregó a la beba recién nacida, en el marco de una investigación que
se inició cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria impidió a los dos
hombres llevarse a la lactante.


Ayer por la
mañana el titular de Argentina Maternity, la cuestionada organización que se
dedica a conseguir vientres sustitutos a parejas que no pueden tener hijos,
aseguró sin embargo que no se manejó dinero. "Los acuerdos que se hacen son
acuerdos privados entre quien presta su voluntad de gestar y los papás que van
a acudir al tratamiento, y esto es un derecho humano reproductivo”, dijo Juan
Pablo Rojas Pascual a Canal 7.


"No solo es un
ataque hacia mí, sino también contra la técnica de reproducción, porque se
trata de buscarle lo comercial a un tratamiento médico necesario para mucha
gente”, aseguró el letrado, que cerró la web de Argentina Maternity, donde
ofrecía sus servicios, luego de que la fiscal de Delitos Complejos Claudia Ríos
abriera una causa de oficio por el caso.


La carta de
"despedida” colgada en la página se tituló "hasta nunca” y allí se identifica a
Rojas Pascual como el "Favaloro de la maternidad subrogada”. También despliega
acusaciones de homofobia y "pensamientos de la edad media” contra periodistas,
Policía y Justicia de Mendoza.


Lo cierto es
que el abogado está complicado, ya que aparecía como presidente de la
organización que ayudó a gestar a la beba, la que con apenas 38 días dos
hombres pretendían llevársela a Chile sin la mamá que figuraba como tal en la
partida de nacimiento.


La mujer, cuya
identidad permanece reservada, declaró el jueves ante la Fiscalía de Delitos
Complejos que comanda Claudia Ríos, ya que no solo dio a luz a la pequeña sino
que firmó el permiso por tiempo indeterminado para que se la llevaran a Chile.


En un primer
momento dijo que estuvo de novia con el médico chileno de Las Condes que dice
ser el padre de la nena. Pero después admitió que no lo conocía y que le
pagaron por gestar a la beba.


Ayer, el
médico chileno confirmó lo mismo: que le cobraron por el servicio y que no
había estado de novio con la chica, como se dijo en un primer momento. Esto
complica a Argentina Maternity, ya que aparece dinero de por medio.


Puntos
oscuros


Ante esto se abren varias líneas de investigación. Primero se debe determinar
la filiación de la beba, ya que no se sabe si el esperma es del médico chileno
que figura como padre y si el óvulo es de la gestante, o si le implantaron un
embrión.


Luego se debe
determinar por qué tanto en este como en otro caso, en el que se llevaron a un
bebé a Buenos Aires luego de un polémico fallo judicial en el que también
intervino Rojas Pascual, la gestante también era del barrio Los Barrancos.


La fiscal Ríos
quiere saber si las reclutaban. Si esto es así, se estaría incurriendo en el
delito de trata y de aprovecharse de situaciones de vulnerabilidad. También
quiere averiguar cuántos casos hay y cómo inseminaban a las mujeres, ya que los
bebés pueden llegar a ser parientes si se usaba el mismo donante. Como nada de
esto está regulado, las preguntas quedan por ahora en la nebulosa.


Sobre todo en
un tema tan sensible como poco regulado. Argentina, a pesar de contar con un
flamante y moderno Código Civil, no tiene aun una legislación que establezca
cómo proceder en estos casos.


 


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