Otro caso de joven asesinado por ataque en patota espera juicio

El crimen de Lautaro Padín de 20 años ocurrió en 2021. Por el momento solo hay 3 detenidos por el crimen pero habrían sido entre 8 y 10 los atacantes. Todos están acusados de “homicidio agravado por la premeditación” delito que prevé una pena de prisión perpetua, La similitud con el caso de Fernando Báez Sosa.

La vida de Lautaro Padín se vio truncada después de un ataque en manada a la salida de una fiesta. El muchacho de 20 años permaneció durante 14 días en coma, pero los médicos nada pudieron hacer para revertir la situación. A más de 1 año del hecho, su familia pide que el caso no quede impune y que se juzgue a todos los que actuaron en el crimen atroz que conmocionó a Berazategui.



El hecho sucedió el 17 de julio del 2021. Esa madrugada, Lautaro asistió a un cumpleaños en la casa de un vecino ubicada a la vuelta de su domicilio, en la localidad del sur del Conurbano bonaerense. En el interior del lugar, Lautaro había tenido un altercado con otra persona.



Cuando salió, el joven fue sorprendido por una patota de entre 8 y 10 personas que lo estaba esperando en la vereda para tomar venganza. Se trataba del grupo de amigos del sujeto con el que había tenido un enfrentamiento verbal en la fiesta.



Lautaro, al ver que no iba a ser una pelea mano a mano, comenzó a correr desesperadamente. Sin embargo, uno de los atacantes agarró un cascote y se lo lanzó violentamente. La víctima cayó al piso y lo que vino después fue demencial: las patadas y piñas que le provocaron le destrozaron los pulmones, los riñones y las costillas. Luego le robaron la campera, las zapatillas, la gorra, algunas pertenencias más y huyeron.




Un vecino que vio desde lejos como le pegaban a Lautaro fue quien le avisó a su mamá que su hijo estaba tirado en el piso, ensangrentado e inconsciente, en la esquina de la capilla del barrio.




Eran las 5 de la mañana y la mujer no entendía qué estaba pasando. Se levantó, se puso las ojotas y salió asustada a auxiliarlo, pero cuando llegó el panorama fue desolador.



En dialogó con TN, Karina Albarenga relató cómo fueron los días posteriores del hecho que le arrebató la vida a su hijo, todo el dolor que siente a más de un año de su partida, y la lucha que emprendieron desde aquel día junto a su expareja y padre de la víctima, Daniel Padín.



“Después de la golpiza, Lautaro estuvo 14 días internado peleando por su vida en el hospital Evita Pueblo. Nosotros pedíamos que lo trasladen al de El Cruce, pero los médicos nos decían que iba a ser lo mismo, que él no podía ser movido porque estaba en coma. Fue muy difícil todo ese tiempo. Todavía tengo mucho dolor”, señaló.



Finalmente, después de días de lucha, el 31 de julio del 2021 Lautaro murió. El joven tenía comprometidos los riñones, los pulmones y una fractura en el cráneo, a causa de los golpes en manada que recibió, y lo que hizo que su cuadro fuera irreversible.




“Él corrió por su vida, pero no le permitieron escapar estos pirañas. Lo golpearon y le robaron todo”, expresó entre lágrimas la mujer.




Días después del asesinato, las fiscales Karina Gallo y Silvia Borrone, a cargo de la UFIJ N° 4 de Berazategui, lograron identificar a los agresores gracias al testimonio de las personas que vieron el ataque. Después de eso, ordenaron una serie de operativos en los barrios Ingeniero Allan y Villa Argentina.



Al respecto, Karina sostuvo que en ese lapso “se perdieron muchas pruebas porque investigaron mal”, primero porque las personas que estuvieron involucradas en el ataque se fugaron y dos de ellas fueron atrapadas meses después, mientras que el tercer detenido recién fue arrestado al año del crimen.



“Lo agarraron porque un conocido lo vio caminando por la calle y avisamos a la Policía. Ni siquiera lo estaban buscando”, aseguró Karina.



Por su parte, reveló que los implicados eran “entre 8 y 10 personas”, pero sólo detuvieron a tres de ellos, mientras que un cuarto protagonista quedó solo mencionado, ya que se trata de un menor de 14 años que no será juzgado. “Lo mandaron a un centro de rehabilitación, pero la fiscal me dijo que no va a ser imputado por este hecho”, contó Karina.



Por otro lado, la madre de Lautaro denunció que los investigadores pidieron las cámaras de seguridad de la zona recién a dos semanas del hecho, sabiendo que los dispositivos solo guardan 5 días de grabación.



Cómo sigue la causa

Por el momento solo hay tres detenidos por el crimen: Lautaro Cabral y los hermanos Matías y Carlos Fernández. De acuerdo con la investigación, el primero está acusado de ser el autor del piedrazo que le provocó a la víctima una fractura de cráneo y pasa sus días en una de las unidades del Servicio Penitenciario Bonaerense en La Plata. Al resto se le imputa su coautoría en la paliza mortal y están detenidos en Florencio Varela.



Todos ellos están acusados de “homicidio agravado por la premeditación” -dado que fue realizado por dos o más personas-, delito que prevé una pena de prisión perpetua, más el agravante por “robo en poblado y en banda”, que fija una condena de hasta 15 años.

La causa fue elevada a juicio pero todavía no estableció la fecha de debate. De igual forma, la familia de Lautaro pide la colaboración de testigos o los que puedan aportar más datos para tratar de identificar al resto de los involucrados en el crimen.



“Le pedimos a la Justicia que ponga una recompensa para aquellos que quieran colaborar en la causa, porque el resto de los que mataron a mi hijo siguen libres”, reclamó su mamá. “Queremos que paguen por lo que hicieron y que reciban una pena máxima”, añadió.



La similitud con el caso Fernando Báez Sosa

Lautaro tenía apenas 2 años más que Fernando Báez Sosa. Consultada por la similitud con el caso ocurrido en Villa Gesell un año antes del crimen en Berazategui, Karina expresó: “Sigo el juicio, lo vengo escuchando y me pone mal. Ver a una madre y a un padre en la misma que uno te conmueve. Todos queremos que haya una pena ejemplar y que se haga justicia. Lo mismo pido por mi hijo”.



“Esperemos que estas cosas nunca vuelvan a suceder. Siempre escuchamos decir eso, pero en la práctica la cosa no es así, siguen habiendo chicos golpeados y violencia. Parece que la sociedad no toma conciencia de lo que está pasando”, agregó.




Por otro lado, Karina opinó que -como madre- siempre le pidió a su hijo que tomara recaudos en este tipo de hechos. “Yo siempre le dije que se cuide, que no se peleé. También le decía que si veía alguna situación de violencia que llamara a la Policía o al de seguridad, que no se metiera a pelear. Yo pienso que todas las madres lo hacemos, no creo que nadie le diga a su hijo ‘andá y matalos a todos, fijate que no queden vivos’, eso no pasa, o quiero pensar que no”, sostuvo.




Y cerró: “Lamentablemente, este tipo de violencia sucede en todas las clases sociales. Los rugbiers que mataron a Fernando eran de clase media, pero los que asesinaron a Lautaro no, son de clase baja. Lo que tendría que pasar en todas las casas es que los papás debemos tomarnos un minuto para reflexionar con nuestros hijos antes de salir, y decirles que tomen conciencia, que no podemos vivir de esta manera, con tanto odio, tanta furia”. (Fuente: TN) 


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