220 despidos tras el cierre inesperado de la compañía Kimberly Clark que fabricaba para Huggies y otras marcas en Argentina
La empresa anunció su cierre definitivo por teléfono; el gremio denuncia mala fe y pide la reapertura urgente ante el Ministerio de Trabajo.
La compañía Kimberly Clark, en el Parque Industrial de Pilar, anunció su cierre definitivo y despidió a sus 220 empleados de forma repentina, sin previo aviso en el lugar de trabajo. La noticia fue comunicada el sábado pasado por teléfono, uno a uno, por parte del área de Recursos Humanos, según denunciaron los trabajadores.
«La empresa me convocó el sábado a las 11 de la mañana en el Sheraton para informarme que cerraban la planta y que las máquinas se trasladarían a San Luis», contó Diego Lijo, secretario adjunto del Sindicato de Papeleros de Beccar, en diálogo con FM Plaza 92.1.
Apenas unos días antes del anuncio, la empresa había dado señales de continuidad. «Hace dos semanas nos dijeron que el viernes pasado habría una parada técnica por mantenimiento en la subestación eléctrica. Ese día no se iba a trabajar, pero sería pago, y que volveríamos a las tareas el domingo a las 6 de la mañana», relató Lijo. Sin embargo, el sábado se encontraron con la notificación del cierre y, al día siguiente, muchos ya tenían depositada la indemnización en sus cuentas bancarias.
De los 220 despedidos, el 75 % cuenta con más de una década de antigüedad. Esta situación encendió las alarmas del sindicato, que ya realizó una presentación ante la Delegación Pilar del Ministerio de Trabajo solicitando «una audiencia urgente» y la «reapertura inmediata» del establecimiento.
"El único contacto que tuvimos desde entonces fue ayer, cuando la jefatura de Recursos Humanos me dijo que hoy se comunicarían conmigo para empezar a hablar sobre instancias superadoras para los empleados", agregó el representante gremial.
Desde el sindicato reconocen que las expectativas de revertir la medida son bajas. «Las multinacionales toman decisiones unilaterales y, generalmente, irreversibles», lamentó Lijo, quien insistió en que la forma en que se manejó la situación fue injusta y sin diálogo previo.
Mientras tanto, los trabajadores continúan manifestándose frente a la planta, visibilizando un reclamo que busca respuestas concretas ante una decisión empresarial abrupta, que los deja sin sustento de un día para el otro.
Fuente: La Noticia Web