Menos nacimientos y más adultos mayores: el nuevo desafío demográfico argentino

Un estudio reciente del Observatorio del Desarrollo Humano de la Universidad Austral encendió las alarmas: la natalidad en Argentina cayó un 40% entre 2014 y 2022. El dato, más allá de su impacto inmediato, pone en jaque a futuro la sostenibilidad del sistema previsional y la estructura del mercado laboral.

Según el informe, la baja en la tasa de natalidad se da con mayor intensidad en zonas urbanas, entre sectores con mayores niveles educativos y en contextos de inestabilidad económica. "Estamos atravesando el final del bono demográfico en el peor momento económico", advirtió el economista Martín Kalos, quien agregó que Argentina experimenta una caída del PBI per cápita justo cuando cuenta con una amplia población joven.

En paralelo, la población de adultos mayores aumentó del 15% al 18% entre 2010 y 2022, mientras que el grupo de niños y adolescentes descendió del 39% al 33%. Este "envejecimiento poblacional", como lo describen desde la organización Fundar, implica más población dependiente y menos personas activas laboralmente, un desequilibrio que impacta directamente en el sistema de jubilaciones.

"El problema no es sólo que haya más adultos mayores, sino que muchos jóvenes no aportan al sistema por estar en la informalidad", explicó Kalos. Por su parte, la economista Candelaria Botto remarcó que se ha invertido el triángulo demográfico, con más personas en edad pasiva que en edad activa, lo que obliga a repensar el futuro de las políticas de cuidado y previsión.

En este contexto, el presidente Javier Milei relacionó la caída de la natalidad con la legalización del aborto. Sin embargo, especialistas como la socióloga María de las Nieves Puglia refutan esta afirmación: "La baja comenzó en 2014, mucho antes de la sanción de la ley en 2020. Es una tendencia global, vinculada al acceso a la educación, el mercado laboral y los métodos anticonceptivos".

Puglia también advirtió sobre la carga desigual de los cuidados en las mujeres. "Seguimos teniendo una doble y hasta triple jornada entre trabajo pago y no pago. Las mujeres entre 30 y 50 años son el verdadero ‘sándwich' demográfico: cuidan a sus hijos y a sus padres". Para ambas especialistas, aumentar la natalidad requiere repensar el rol del Estado y del sector privado en el acompañamiento a la crianza.

Mientras tanto, la pregunta sigue abierta: ¿cómo adaptará el país sus políticas previsionales, laborales y sociales a una estructura demográfica que cambia aceleradamente?