Economía

A dos semanas de Navidad, la industria del juguete advierte una crisis profunda

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) alertó el jueves 4 de diciembre de 2025 sobre la grave crisis que enfrenta el sector en todo el país debido a la caída del consumo, el aumento de las importaciones, el avance del comercio informal y cambios culturales en los hábitos de juego.

Redacción Nuevo Día
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La industria juguetera argentina atraviesa uno de sus momentos más críticos a solo dos semanas de la Navidad de 2025. Según la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), el sector enfrenta "uno de los momentos más delicados de las últimas décadas", afectado por la caída del consumo, transformaciones demográficas y cambios en los hábitos de juego.

El retroceso en la tasa de fecundidad -que cayó de 2,4 a 1,4 hijos por mujer desde 2015- redujo la población infantil y, en consecuencia, la demanda potencial de juguetes. A esto se suma el avance de los dispositivos digitales, que "compiten con el juego físico, creativo y social", indicó la entidad.

En su informe, la CAIJ también alertó por la presencia creciente de juguetes inseguros ingresados desde plataformas de compra internacional. "Se detectaron productos con metales pesados y sustancias prohibidas; se requieren controles más estrictos y trazabilidad efectiva", señaló la entidad.

Importaciones récord y comercios en retroceso

Entre enero y octubre de 2025, las importaciones de juguetes alcanzaron 91,3 millones de dólares y 17,5 millones de kilos, lo que representa un incremento del 59,5% en valores y del 94% en volumen respecto al año anterior. China concentró más del 85% del valor y casi el 95% del volumen total.

El presidente de la Cámara, Matías Furió, describió el escenario como "una avalancha sin precedentes". "En un año pasamos de 199 a 530 importadores de juguetes, y el consumo está en caída", advirtió. Señaló, además, que la mitad del volumen importado corresponde a productos de menos de 3 dólares FOB por kilo, muchos de ellos subvaluados.

La CAIJ denunció, además, un aumento del contrabando que ya explica el 30% del mercado. "Se registran casos de comercios que viajan a zonas fronterizas para abastecerse de mercadería ilegal", indicó la entidad.

En paralelo, jugueterías de larga trayectoria cerraron sus puertas en distintas ciudades del país. Entre ellas, Rossier en Escobar, Halago's en Quilmes y Lilián en Trelew, donde su dueña resumió la situación: "Pasan tres días y no abrimos la caja".

Ventas frenadas, fábricas paralizadas y reclamos urgentes

Según Furió, "la industria tiene 6 de cada 10 máquinas paradas sin producir". Aunque se redujeron aranceles, los precios no bajaron en línea con lo esperado. La combinación de ventas estancadas, sobreoferta y mayor cantidad de importadores dejó a muchos comercios con márgenes negativos y a fábricas solicitando créditos solo para pagar sueldos y aguinaldos.

El panorama se completa con un ticket promedio a la baja:

  • Comercios de barrio: $22.000.

  • Grandes cadenas (90% importado): $49.000.

  • Promedio general: $35.000.
    Además, el 85% de las compras se realizan con tarjeta de crédito, lo que refleja la pérdida del poder adquisitivo.

Ante este contexto, la CAIJ presentó una serie de reclamos urgentes: "Es necesario fortalecer los controles en frontera, exigir trazabilidad en todas las plataformas, controlar importaciones de bajo valor y garantizar condiciones de competencia equitativas". La cámara subrayó que la situación "pone en riesgo a la producción nacional y a los importadores formales que cumplen con las normas".

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