A pesar del frío, Cristina saludó a militantes desde su balcón en Constitución

Ni el frío logró disuadir a los cientos de militantes que este domingo se acercaron hasta la residencia de Cristina Fernández de Kirchner, ubicada en San José 1111, en pleno barrio porteño de Constitución. En medio de cánticos, aplausos y banderas, los manifestantes aguardaron bajo las bajas temperaturas con la esperanza de ver a la expresidenta, actualmente bajo prisión domiciliaria tras la confirmación de su condena por la Corte Suprema.

Pasadas las 18 horas, la escena que ya se volvió símbolo se repitió: las luces de la habitación que da al balcón se encendieron y, segundos después, Cristina salió a saludar. Con una sonrisa y gestos de afecto, incluso formando un corazón con sus manos, la actual presidenta del Partido Justicialista agradeció el apoyo de quienes se mantienen en vigilia desde que la Justicia le otorgó el arresto domiciliario con monitoreo electrónico.

La condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por la causa Vialidad, confirmada por la Corte el pasado 10 de junio, generó un fuerte impacto político. La semana pasada, tras una multitudinaria marcha en Plaza de Mayo, el juez Jorge Gorini autorizó la prisión domiciliaria, ante el contexto de alta tensión social y política.

Cristina había pedido públicamente que las concentraciones no se realizaran frente a su casa, y llamó a redirigir el "banderazo" del Día de la Bandera hacia el Parque Lezama. "Lo mejor y más inteligente es que -por favor les pido- redireccionen el banderazo", expresó en sus redes, acusando a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich de intentar montar provocaciones frente a su domicilio. "No seamos ingenuos ni funcionales a la provocación de la Señora Violencia", advirtió.

Aun así, la militancia no deja de estar presente, marcando un respaldo constante en uno de los momentos más delicados para la principal referente del peronismo.