A un año del caso Loan: 42 niños siguen desaparecidos en el país

Este 13 de junio se cumple un año de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño que fue visto por última vez en la localidad de 9 de Julio, Corrientes. Actualmente tendría seis años y su caso, uno de los más mediáticos del país, marcó un antes y un después en la conciencia social sobre las desapariciones infantiles. La Justicia de Goya ya cerró la etapa investigativa y hay siete personas detenidas acusadas por sustracción de menores.

Según datos proporcionados por la ONG Missing Children, en diálogo con el medio MDZ, se reciben entre 800 y 1.000 denuncias por año de chicos desaparecidos. "Antes hablábamos de adolescentes de 15 o 16 años. Ahora nos llegan casos de chicos de 12 y 13. Eso preocupa mucho", afirmó Lidia Grinecher, voluntaria y expresidenta de la organización.

La mayoría de los casos corresponden a adolescentes que se van de sus hogares de forma voluntaria por conflictos familiares, problemas escolares o restricciones como el uso del celular. "Muchos aparecen dentro de las primeras 48 horas gracias a la difusión. Siempre hay alguien que los ve y avisa", detalló Grinecher.

Las denuncias son más frecuentes en el Gran Buenos Aires, por su densidad poblacional, y dentro de los adolescentes, las más afectadas son las mujeres. La ONG remarca la importancia de la visibilidad: "Nos preguntamos por qué algunos casos se vuelven mediáticos y otros no. Pero entre la exageración mediática y el silencio, preferimos lo primero. Todo lo que se pueda hacer para difundir, ayuda".

En cuanto a cifras oficiales, el último dato del Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas (RNIPME) marca 1.777 casos activos hasta mayo de 2024, según lo informado por el ex jefe de Gabinete Nicolás Posse. Por otro lado, el Sistema Federal de Búsqueda (SIFEBU) reportó que el 37,5% de los casos abordados en 2024 fueron menores de edad.

La historia de Loan, como la de muchos otros, deja al descubierto una realidad que necesita mayor atención pública, políticas activas y un fuerte compromiso social para prevenir y reaccionar a tiempo ante la desaparición de niños y adolescentes.