Ajuste duro: los subsidios energéticos cayeron un 69% en seis meses
En junio, el gasto público primario cayó un 2,4% interanual a precios constantes, impulsado por fuertes recortes en obra pública, programas sociales y subsidios económicos. La política de ajuste del Gobierno se refleja con fuerza en los números del primer semestre de 2025, con una caída del 69,4% en subsidios energéticos.
El monitoreo del gasto público nacional sigue revelando el efecto de la política de ajuste implementada por el Gobierno. Según el Monitor de Ajuste del Gasto Mensual (MAG) de la consultora Analytica, el gasto primario devengado -es decir, las obligaciones de pago generadas- cayó un 2,4% interanual en junio, a precios constantes. Aunque en el acumulado del semestre el gasto creció un 2,8%, la cifra esconde fuertes recortes en áreas clave.
Entre las partidas con mayor ajuste durante los primeros seis meses de 2025, se destacan los programas sociales, que se redujeron un 19,5%; la obra pública, con un desplome del 48,1%; y los subsidios económicos, que cayeron un 57,7%. Dentro de estos últimos, los subsidios energéticos sufrieron una baja aún más significativa: un 69,4% interanual, lo que representa la mayor incidencia negativa sobre el gasto total.
"El ajuste en los subsidios económicos fue clave para moderar el gasto, especialmente los energéticos, que aportaron -5,5 puntos porcentuales al descenso del gasto primario", explicaron desde Analytica. A esto se suma el recorte en programas sociales, con una incidencia de -1,6 puntos, y la obra pública, también entre las principales variables de ajuste.
Por otro lado, algunas partidas mostraron aumentos, aunque partiendo de niveles bajos. Las transferencias corrientes a provincias se incrementaron un 95,6% en términos reales, mientras que el gasto en bienes y servicios creció un 24,3%. Las asignaciones familiares, como la AUH, subieron un 29,8%, y las jubilaciones y pensiones, un 16,6%, representando el mayor empuje positivo al gasto del semestre, con una incidencia de 7,2 puntos.
Sin embargo, a partir de 2025, el gasto previsional quedó excluido de la lógica de ajuste, debido a los cambios en la fórmula de movilidad y la recomposición otorgada en abril. Esto pone aún más presión sobre otras áreas del gasto público, que vienen siendo las principales víctimas de la "motosierra" oficial.