Ajuste, inflación y consumo en baja: el Gobierno llega a las elecciones con señales mixtas
Con buena parte de los objetivos cumplidos en materia fiscal y de desinflación, el gobierno de Javier Milei llega a las elecciones legislativas con la incógnita de cómo reaccionará un electorado golpeado por la caída del consumo y la industria. La estabilidad macroeconómica convive con un deterioro del empleo y la producción, lo que plantea un desafío político clave.
De cara a las elecciones legislativas, la economía argentina muestra un escenario complejo. Si bien el PBI crecerá este año entre el 4,5% y el 5,5%, los indicadores de consumo y producción reflejan un enfriamiento sostenido. El ministro de Economía, Luis Caputo, exhibe los avances en desinflación y superávit fiscal como los principales logros del programa libertario.
Desde diciembre de 2023, la inflación bajó del 25,5% mensual al 2% en octubre de 2025, aunque el descenso se estancó en la segunda mitad del año. En materia fiscal, el Gobierno alcanzó en 2024 un superávit primario del 1,8% del PBI y un financiero del 0,3%, los primeros desde 2010. Hasta septiembre de 2025, los números se mantienen positivos, aunque sustentados principalmente por el ajuste del gasto público.
Sin embargo, el recorte prolongado -especialmente en obra pública y transferencias- comienza a mostrar sus límites políticos y sociales. La estrategia del "dólar barato" y el freno al consumo lograron moderar los precios, pero a costa de una contracción del mercado interno.
Producción en caída y consumo en alerta
El programa económico generó una economía "a dos velocidades". Los sectores agropecuario, minero y energético lideran la recuperación, mientras la industria manufacturera y el comercio minorista continúan en crisis. Según el INDEC, las ventas en supermercados encadenaron cinco caídas mensuales consecutivas y alcanzaron su punto más bajo en agosto.
En tanto, la actividad industrial muestra un repunte moderado en 2025, pero sin recuperar las fuertes caídas del año anterior. La UIA anticipa para septiembre una baja del 3,6% interanual.
El contraste se refleja también en el empleo: entre diciembre de 2023 y junio de 2025 se cerraron más de 16.000 empresas y se perdieron más de 236.000 puestos formales, según el Grupo Atenas.
Salarios, pobreza y voto económico
Pese a la mejora en los ingresos informales y la actualización de la Asignación Universal por Hijo (68%), los salarios públicos y las jubilaciones mínimas cayeron cerca del 15% en términos reales. El ingreso promedio se mantiene por debajo de la inflación acumulada, lo que afecta el poder adquisitivo y la percepción social del ajuste.
El dato positivo lo aporta la reducción de la pobreza, que bajó del 53% al 31,6% en un año, impulsada por la baja inflacionaria y los programas sociales. Sin embargo, el fenómeno del multiempleo y el endeudamiento familiar se expanden como estrategias para sostener el nivel de vida.
En ese contexto, el interrogante central es si el electorado valorará los logros macroeconómicos o castigará los costos sociales del ajuste.
"La pregunta que surge es: ¿de qué sirve no tener inflación si no hay ventas o el dinero no alcanza?", se repite en el debate público.
Con una economía estabilizada pero con sectores resentidos, Milei enfrenta un examen clave en las urnas.

