Alerta por colapso vial: la mitad de las rutas del país está deteriorada
Sergio Ruppel, presidente de la Fundación Profesional de Transporte, advirtió que el 50% de las rutas nacionales se encuentra en mal estado. Denunció la parálisis de Vialidad Nacional y alertó sobre las consecuencias humanas y económicas del abandono del sistema vial. Señaló que las provincias no tienen capacidad financiera para hacerse cargo y cuestionó los intentos de privatización.
Sergio Ruppel, presidente de la Fundación Profesional de Transporte y especialista en infraestructura vial, lanzó una seria advertencia sobre el estado de las rutas en la Argentina: "El 50% está en mal estado". En diálogo con Rivadavia AM 630, sostuvo que "la situación es desesperante" y que el deterioro no es nuevo, sino el resultado de años de desatención sistemática.
Según explicó, el principal problema es la desactivación de hecho de Vialidad Nacional. "Tenemos la misma cantidad de rutas que hace décadas, pero con un tránsito muchísimo mayor. Vialidad no interviene de manera significativa desde hace años", afirmó. En ese contexto, lanzó una pregunta inquietante: "¿Quién se va a ocupar ahora del mantenimiento, la asistencia y las emergencias en las rutas?".
Ruppel también criticó el intento del Gobierno de trasladar la responsabilidad del mantenimiento vial a las provincias, y advirtió sobre los riesgos de una eventual privatización. "Las provincias no tienen fondos. Si no pueden sostener hospitales ni escuelas, mucho menos van a poder hacerse cargo de las rutas", sostuvo. Además, reveló que incluso las propuestas de concesión privada fracasaron por el alto nivel de deterioro y los costos de inversión.
"Hoy el precio de los peajes sería insostenible. Y los privados no van a ir a lugares como Pino Hachado o zonas rurales del norte, donde Vialidad cumple un rol clave ante emergencias climáticas", remarcó. A su entender, la presencia estatal en la infraestructura vial no puede limitarse a la repavimentación: también es clave en la atención de emergencias.
El especialista fue enfático al señalar las consecuencias humanas y económicas del abandono: "¿Quién no tiene un familiar o conocido que haya tenido un accidente de tránsito? Estamos hablando de vidas humanas, pero también del altísimo costo que implica la atención en salud: ambulancias, hospitales, cirugías. La inversión en rutas es también una política de salud".
Finalmente, advirtió que desmantelar Vialidad Nacional sería un error estratégico. "Estamos desmontando un organismo que cumple un rol estructural en la integración territorial del país. Si no se actúa con urgencia, el colapso de la infraestructura vial va a tener consecuencias gravísimas", concluyó.