Cómo comprar ropa Shein por fardos desde $800.000
El negocio crece en ferias y redes sociales tras la flexibilización de importaciones dispuesta por el gobierno de Javier Milei.
En un contexto de crisis para la industria textil argentina, crece la venta de fardos de ropa china a través de plataformas como TikTok. Cada bulto de 20 kilos, con entre 80 y 100 prendas, se ofrece desde $800.000.
La apertura importadora impulsada por el Gobierno nacional generó un boom inesperado: la venta mayorista de ropa a granel, con origen mayoritario en China. Plataformas como Shein, Temu y AliExpress abastecen con remanentes o prendas de segunda mano que ahora se comercializan masivamente en ferias populares, especialmente en La Salada, avenida Avellaneda y redes sociales como TikTok y Facebook.
Allí se promocionan los llamados "fardos sorpresa": bultos cerrados que contienen entre 50 y 100 prendas sin elección de talles ni colores. "Es una lotería. Pero lo que te llega, lo vendés rápido", explica un revendedor de la zona sur del conurbano bonaerense.
¿Qué traen los fardos y cuánto cuestan?
La oferta es amplia: desde ropa ejecutiva y deportiva hasta camperas, carteras o prendas para niños. Cada fardo puede costar entre $400.000 y $985.000 según el peso y la calidad. Se destacan marcas como Adidas, Nike o Shein, aunque muchas veces son productos de temporadas pasadas o con pequeñas fallas.
"Por ejemplo, el fardo de polerones con capucha puede rondar los $735.000. También hay lotes de 40 kilos con ropa de hogar por unos $780.000, y carteras importadas que se venden en paquetes de 30 por $260.000", afirman desde Arabito, uno de los proveedores con sede en Chile.
El negocio, sin embargo, presenta riesgos: no se puede elegir el contenido, y algunas prendas llegan con talles o estilos poco comerciales. Aun así, el margen de ganancia puede alcanzar el 100% dependiendo del lote.
Un negocio rentable pero con impactos sociales y ambientales
El auge de este sistema contrasta con el retroceso de la industria textil nacional, que ya sufrió el cierre de 68 pymes, más de 4.000 despidos y una caída al 40% de su capacidad instalada.
Además, hay una dimensión ambiental preocupante: la industria textil es una de las más contaminantes del mundo, responsable del 20% de los tóxicos que se vierten en el agua y del 9% de los microplásticos en los océanos.
"Detrás del discurso del reciclaje de ropa hay un sistema ineficiente y poco transparente", advierte el periodista JF Calero, quien investigó el tema. "Muchas veces esas prendas acaban en mercados de segunda mano que saturan las economías locales y desplazan a la producción nacional".(IProfesional)