Crimen de Catalina Gutiérrez: cómo la causa puede pasar a ser un femicidio
El único detenido, Néstor Soto, está acusado por homicidio simple tras haber confesado. Si la carátula del caso es modificada, podría recibir prisión perpetua.
El asesinato de la joven Catalina Gutiérrez conmociona a la sociedad y puso nuevamente el foco de la atención pública en el tema de la violencia de género. El presunto culpable, un amigo cercano de ella que frecuentaba su casa con regularidad, se encuentra detenido e imputado por el crimen.
El viceintendente Javier Pretto, abogado y amigo íntimo de la familia Gutiérrez, está acompañando a los padres de Catalina en este difícil momento y adelantó a Cadena 3 que hoy visitarán al fiscal José Mana para tener algunas respuestas iniciales, pese a que todavía no pueden acceder a la información completa debido al secreto de sumario.
"Falta, por supuesto, la imputación definitiva, indagar al acusado para que posteriormente podamos tener toda la verdad", manifestó Pretto.
La figura penal podría agravarse si se confirman ciertas informaciones que han trascendido públicamente. La fiscalía inicialmente imputó homicidio simple pero si se corroboran los trascendidos, todo indicaría que el caso podría encuadrarse como un femicidio.
La familia está devastada y planea trasladar los restos de Catalina a la localidad de Achiras una vez concluido el proceso judicial. "Esa familia está golpeada para siempre, no hay reparación judicial posible", afirmó Pretto.
Hasta ahora no ha habido comunicación alguna por parte de la familia del acusado ni con los Gutiérrez ni con las autoridades judiciales. A pesar del dolor y las dificultades que enfrentan, están decididos a buscar justicia para Catalina.
El acusado, Néstor Soto, fue trasladado al penal de Bouwer y aún no ha designado abogado. Se espera que mañana sea indagado por la fiscalía.
Debido a las circunstancias del caso y las pruebas que ya están probadas, es probable que se modifique la acusación inicial de homicidio simple a femicidio, lo cual implicaría un cambio de jurisdicción a una fiscalía especializada en casos de violencia de género.