Cristina al borde de la condena: Milei pierde a su antagonista clave

En paralelo, en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof se perfila como el gran beneficiado si CFK quedara fuera del juego. El gobernador bonaerense, que asistió al acto por los Fusilamientos de José León Suárez, gana espacio entre intendentes alejados de Casa Rosada. Sin la figura dominante de Cristina, su perfil moderado podría permitir la recomposición de alianzas hoy fragmentadas.

El vínculo simbiótico entre Milei y CFK es innegable. Ambos se retroalimentaron en discursos polarizados, desplazando incluso al macrismo como actor relevante. Sin embargo, una condena dejaría al presidente sin su villano predilecto. El oficialismo se quedaría sin el contraste permanente que utilizó para consolidar a su electorado más duro.

En el peronismo, la figura de Cristina también generaba tensión. Su sola presencia limitaba márgenes de negociación interna, algo que incluso su entorno reconocía. La Cámpora, que se estructuró en torno a su liderazgo, perdería capacidad de fuego en las listas y acuerdos electorales. Aunque se analiza su posible candidatura provincial como un intento de mantener influencia, muchos dirigentes la prefieren fuera del armado electoral.

"Cuando se hunde la proa, la popa sube", ironizó un dirigente peronista en referencia al desgaste de su figura. Otro le respondió que sin Cristina, el peronismo puede finalmente mirar al futuro. En ese contexto, Kicillof enfrentará el desafío de encabezar una nueva etapa: más dialoguista, menos nostálgica, pero con la herencia simbólica a cuestas.

El fallo de la Corte, que podría conocerse en las próximas semanas, no solo marcará el destino judicial de la ex presidenta. También redefinirá los ejes discursivos de Milei, pondrá a prueba la solidez del liderazgo de Kicillof y abrirá la posibilidad de un nuevo reordenamiento político nacional.