River goleó a Newell's y se acerca a la punta

Ganó 4 a 1 como visitante, en el cierre de la 11ª fecha. Julián Alvarez, en una gran noche, anotó dos goles y regaló las asistencias para Nicolás De la Cruz y Jorge Carrascal.

La Liga Profesional de Fútbol completó este miércoles por la noche su fecha 11, con el partido que disputaron Newell’s Old Boys y River Plate en el Coloso Marcelo Bielsa, donde la victoria fue para el “Millonario”, por 4-1.



Así, el equipo de Marcelo Gallardo confirmó sus aspiraciones a ganar el título, ya que quedó a apenas dos puntos de la cima de la tabla de posiciones, que habitan Talleres de Córdoba y Lanús.



River sufrió el primer tiempo, e incluso fue inferior a su rival, pero se impuso gracias a un enorme rendimiento de Julián Alvarez, a la contundencia en la red y a la muñeca de Gallardo, que con los cambios revirtió la imagen de su equipo en la última media hora del pleito.



El conjunto de Núñez golpeó temprano, ante una “Lepra” que intentó presionarlo para arrinconar a su adversario. Pero a los 4 minutos Enzo Pérez salió del asedio y habilitó a Julián Alvarez, que se sacó la marca de encima con el control y asistió a De la Cruz, quien cruzó el derechazo para rubricar el 1-0.





La intensidad del dueño de casa no mermó ante el inesperado tropiezo. Con los laterales pasando al ataque al unísono y Scocco saliendo para no darle referencia a la defensa visitante y repartiendo juego, generó tres chances de gol casi inmediatamente: un remate cruzado de Comba, un intento de Bittolo que tapó Armani, un pase de Sordo para Compagnucci, que derivó en un tiro ancho.



De contra, o cuando encontró vías para salir prolijo por abajo, River también asustó. Como a los 15, cuando tras un centro de Angileri y un rebote fortuito en Zuculini, Carrascal, de cabeza, desperdició una oportunidad inmejorable.



Pero Newell’s continuó empujando con un ritmo vertiginoso, y por momentos complicando a la Banda por los costados. Y, de tanto ir, encontró su premio: a los 35’, Scocco controló en la puerta del área, vio el hueco y martilló de derecha para superar la estirada de Armani. No lo gritó, por su pasado y su vínculo con River.



Para los de Núñez, la carta de peligro siguió siendo Julián Alvarez, intratable en el mano a mano. A los 43’, el delantero de la Selección envió el córner y anticipó Robert Rojas, pero el arquero Aguerre resolvió dos veces.



A pesar del ingreso de Cacciabue por Pablo Pérez (lesionado), Newell’s continuó merodeando el área de Armani. El citado volante probó de afuera y casi anota; Lema, de cabeza, provocó peligro y Scocco, mano a mano, definió con calidad, pero no le acertó a la valla.



Tan incómoda estaba la visita en el campo, que Gallardo ensayó un doble cambio: Rollheiser y Simón por Romero y Zuculini. Y casi inmediatamente, a los 15 minutos del complemento, Angileri quiso probar a Aguerre, el intento le salió desviado, pero le quedó el balón a Alvarez, que controló y definió con pericia.



Con mayor cantidad de pies sensibles para asociarse, a pesar de que en su área siguió penando, River volvió a gritar gracias a una construcción perfecta. Vigo centró para De la Cruz, quien giró para buscar a Carrascal. El colombiano buscó la pared con Alvarez, el cordobés devolvió con justeza y el enlace la pinchó para decretar el 3-1.



El partido se terminó de romper. Y, con espacios, River (y sobre todo Alvarez) fue letal. A los 31’, Palavecino habilitó al delantero, quien selló el 4-1. Dos goles propios, dos asistencias. Una actuación de ensueño.


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