Una leyenda del tenis felicitó a Nadia Podoroska por contar su romance con Guillermina Naya: “Mucho coraje”
Después de que las tenistas argentinas confirmaran su romance, una histórica deportista aplaudió el anuncio: "Siempre vale la pena".
La tenista argentina Nadia Podoroska contó hace unos días que se encuentra en pareja con la jugadora Guillermina Naya y recibió muchos comentarios de apoyo tras romper con el tabú de la sexualidad en el mundo del deporte. Uno de los mensajes fue de una leyenda del tenis: la estadounidense Billie Jean King, una figura activista por los derechos de la mujer y el cambio social.
En su cuenta de Twitter, Billie Jean King se refirió a un artículo que destacaba la relación entre Podoroska y Naya y escribió: "Felicitaciones a la jugadora Nadia Podoroska por su anuncio. Vivir auténticamente requiere mucho coraje, pero siempre vale la pena".
Por su parte, Podoroska le contestó a la estadounidense con un sentido agradecimiento: "Muchas gracias, BJK. Te respeto por todo lo que representas para nosotros. Sos un verdadero modelo a seguir en la lucha por la igualdad en el deporte y más allá del mismo".
Podoroska había explicado que tenía una relación con Naya en diálogo con el sitio ClayTenis, cuando contó que su novia había ido a visitarla: "De septiembre a diciembre del año pasado pude estar en Argentina con mis padres. Ese cariño y energía positiva de estar en casa ayudó mucho. Luego me fui a España, estaba bien porque parecía que iba a pasar poco tiempo antes de que pudiera volver a competir. Cuando supe que sería más largo, mi mamá pudo visitarme. Entonces mi novia vino a verme. Así empezó a pasar la lesión".
Guillermina Naya es una tenista argentina que ocupa el puesto 814 del ranking de la WTA y que en la actualidad se recupera de una lesión en los ligamentos de su rodilla. La joven de 26 años nació en Chacabuco y es fanática del fútbol y de Boca. En su carrera tenística, tiene dos títulos ITF en singles y otros tres en dobles. En su infancia sufrió de una enfermedad conocida como miopatía visceral, una obstrucción intestinal crónica que le generaba vómitos constantes y convulsiones y que la obligaban a convivir con dolores de panza.