En crisis: uno de cada tres argentinos debe más de lo que gana
Un informe del Instituto Argentina Grande advierte que la deuda promedio con bancos y financieras ya supera los $3,7 millones por persona. Más del 50% de los hogares argentinos destina entre el 40% y el 60% de sus ingresos a pagar compromisos financieros. La crisis de ingresos y la pérdida de poder adquisitivo empujaron a millones de familias a un endeudamiento estructural que deja al crédito como herramienta de supervivencia.
La deuda promedio con bancos y financieras ya supera los $3,7 millones por persona, y más de la mitad de los hogares argentinos destina entre el 40% y el 60% de sus ingresos a pagar compromisos financieros. La pérdida del poder adquisitivo transformó al crédito en un salvavidas económico que se usa para llegar a fin de mes, no para invertir ni progresar.
Según un reciente informe del Instituto Argentina Grande (IAG), el 32% de la población mantiene deudas activas con bancos o entidades financieras, lo que equivale a 15 millones de personas. "Un tercio de los argentinos les debe dinero a los bancos, y la deuda promedio por persona es de $3,7 millones", señala el documento.
Un círculo de deuda que no se corta
El estudio advierte que para cancelar esas deudas sin volver a endeudarse, cada persona necesitaría el equivalente a tres salarios del sector privado registrado, el ingreso más alto del país. Sin embargo, los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC) muestran que el ingreso promedio per cápita fue de $537.024 en el segundo trimestre del año, mientras que la mediana -que refleja la situación de la mitad de la población- se ubicó en $392.000.
El sobreendeudamiento genera un círculo vicioso: las familias toman nuevos créditos para cubrir pagos anteriores, en especial los de tarjetas de crédito. "Uno de cada cuatro argentinos debió endeudarse con entidades financieras o con amigos para llegar a fin de mes", advierte el IAG, en una dinámica que profundiza la dependencia del crédito como forma de sostener el consumo básico.
Nueve de cada diez argentinos tienen deudas
Si se amplía la mirada a todas las formas de endeudamiento -formales e informales- el panorama es aún más preocupante: el 90% de la población mantiene algún tipo de deuda activa, y la mayoría sostiene más de una al mismo tiempo.
El Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) reveló que tres de cada cuatro deudas actuales se contrajeron en 2024, tras la devaluación de diciembre de 2023, la inflación récord del primer cuatrimestre y la brusca caída salarial. La renovación constante de deudas expone la incapacidad de los hogares para saldar sus pasivos y la dependencia creciente de mecanismos financieros para cubrir gastos básicos.
Entre las fuentes más comunes aparecen familiares y amigos, billeteras virtuales, impuestos atrasados, alquileres, expensas y prestamistas informales. Desde el IETSE advierten que "la inflación y el derrumbe del poder adquisitivo han provocado una crisis de ingresos que empuja a las familias a vivir en emergencia financiera permanente".
Jubilados: los más golpeados
El ajuste sobre los haberes jubilatorios agrava aún más el escenario. Quienes perciben la jubilación mínima perdieron un 23% de su poder de compra desde noviembre de 2023, lo que equivale a una pérdida acumulada cercana a los $4 millones por persona. Como consecuencia, el 17,1% de los adultos mayores continúa trabajando para complementar sus ingresos.
Según la Defensoría de la Tercera Edad, casi cinco millones de jubilados dependen de un ingreso de $326.000 más un bono de $70.000, que apenas cubre el 25% de la canasta básica para la tercera edad, estimada en $1.514.000. Los gastos más altos corresponden a medicamentos ($402.800), alimentos ($348.000), vivienda ($294.000) y servicios ($123.000), lo que vuelve imposible cubrir las necesidades esenciales.
En este contexto, el endeudamiento se convierte en un reflejo de la crisis estructural de los ingresos en Argentina, donde la mayoría de las familias -y especialmente los jubilados- sobreviven a crédito. (Fuente: El Diario Nuevo Día)