Escándalos, audios y elecciones: el Gobierno nacional intenta controlar el dólar como puede
En medio de denuncias por espionaje y una campaña que se enrarece, el Ejecutivo interviene el mercado cambiario y rompe una de sus reglas clave.
El Gobierno nacional enfrenta una semana caótica marcada por escándalos políticos, tensiones electorales y un volantazo económico que encendió las alarmas del mercado. En un intento por contener la incertidumbre, se rompió una de las promesas centrales del plan oficial: la libre flotación del dólar dentro de una banda cambiaria.
La jornada comenzó con fuertes turbulencias institucionales: audios filtrados, denuncias cruzadas por espionaje y versiones sobre periodistas que habrían colaborado con grabaciones clandestinas en Casa Rosada y el Congreso. Todo en un clima de creciente tensión que el propio oficialismo calificó como "inestabilidad inducida".
El regreso de los Menem a escena y la escalada de violencia verbal en la campaña profundizan el desconcierto. La elección local del próximo domingo en la provincia de Buenos Aires, que antes pasaba desapercibida, se convirtió en una batalla clave. Tanto el kirchnerismo como el gobierno nacional ven en ella una posibilidad de consolidar o perder poder.
Intervención inesperada: el gobierno nacional rompe su promesa
Frente a este panorama de incertidumbre, el gobierno decidió intervenir el mercado cambiario, rompiendo su compromiso de dejar flotar libremente al dólar dentro de una banda preestablecida. Desde hoy, el Tesoro venderá reservas propias -unos USD 1.709 millones- para contener la escalada de la divisa.
Estos fondos se destinarán, entre otras cosas, al pago de deuda, una medida que tuvo efecto inmediato en el mercado: los bonos argentinos comenzaron a mostrar resistencia y se espera ver cómo impacta esto en el riesgo país.
Los mercados no creen: caen acciones y sube la tensión
Pese a la jugada del Gobierno nacional, las acciones argentinas en Nueva York registraron caídas de entre el 5 y el 6%. El mercado, que esperaba un camino más calmo hacia las elecciones generales, recibió señales de alarma. Todo esto ocurre en un tramo previo a octubre, donde la incertidumbre domina el escenario económico y político.
La gran pregunta es si la sociedad seguirá tolerando esta turbulencia o si surgirá un horizonte más calmo tras el calendario electoral.
mdz