Este martes, el Congreso trata Garrahan y universidades: el Gobierno juega al límite
Este martes 8 de julio, el Congreso de la Nación inicia una semana clave con debates sobre el financiamiento del Hospital Garrahan y las universidades nacionales. Mientras Diputados avanza en proyectos sociales de alto impacto, el Gobierno intenta sostener el control legislativo y evitar una derrota política que habilite el rechazo de sus vetos. En paralelo, el Senado se prepara para impulsar proyectos sensibles junto a gobernadores.
Este martes 8 de julio, el Congreso de la Nación se convertirá nuevamente en un escenario de alta tensión política para el Gobierno nacional. En la Cámara de Diputados, se realizarán reuniones clave en comisiones para dictaminar sobre dos proyectos de alto impacto social y fiscal: el financiamiento del Hospital Garrahan y el presupuesto para las universidades públicas, un tema que ya había generado conflictos en el pasado.
A las 12 del mediodía, está convocada la reunión plenaria de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Acción Social y Salud Pública, y Familia, Niñez y Adolescencia, donde se buscará avanzar con el dictamen sobre la emergencia en salud pediátrica. El texto propone una asignación prioritaria de recursos presupuestarios para insumos críticos, medicamentos, infraestructura y personal esencial en hospitales pediátricos. Además, contempla la recomposición salarial y la exención del pago de Ganancias para el personal que realice actividades críticas, horas extras y guardias.
Uno de los puntos más destacados es que los programas de salud infantil y adolescente pasarán a tener prioridad en la asignación presupuestaria mientras dure la emergencia, con especial foco en hospitales públicos de referencia como el Garrahan, y servicios de alta complejidad como neonatología, oncología y trasplantes.
A las 16, será el turno del debate por el financiamiento universitario. Se retomará el proyecto de ley vetado por el presidente Javier Milei en 2024. La normativa habilita que, pasado un año del veto, cualquiera de las cámaras pueda volver a tratarla. Aunque el Gobierno no podrá frenar una eventual sanción, buscará dilatar los tiempos y evitar que el Congreso rechace el veto presidencial. Para ello necesita mantener el respaldo de al menos 87 diputados, un número que hoy parece lejano: en la última votación similar, apenas contaron con 66 y 68 votos favorables.
En este escenario, el oficialismo evalúa postergar la media sanción para la próxima semana, intentando aprovechar el receso de invierno y el desgaste natural que provoca la agenda electoral. Sin embargo, la presión opositora crece y el tiempo político juega en contra.
Mientras tanto, en el Senado se especula con una posible sesión impulsada por los gobernadores. Aunque no hay pedido formal aún, el temario genera expectativa: distribución de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), impuestos a los combustibles, moratoria previsional, aumento de jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Estos temas tienen despacho favorable desde la semana pasada y podrían empujar a radicales y partidos provinciales a dar quórum, incluso sin acuerdo con el oficialismo.
Desde la Casa Rosada, la atención parece dispersa. Guillermo Francos, ministro del Interior, enfrenta un debilitamiento dentro del Gabinete por la interna entre Karina Milei y Santiago Caputo, lo que reduce su margen de maniobra frente a los gobernadores. Además, la relación con la vicepresidenta Victoria Villarruel está rota: ya no hay diálogo y los cruces internos se profundizan.
Así, el Congreso se convierte en un laberinto del que el Gobierno busca salir antes de que los vetos ya no alcancen para frenar una derrota legislativa que podría convertirse en crisis política.