Coronavirus en la Argentina: pedirán una declaración jurada de salud para ingresar a la costa

El lunes el gobernador Axel Kicillof anunciará que el comienzo de la temporada será el 1° de diciembre; se descartó que para visitar los destinos haya que presentar un test negativo de Covid-19.

La imagen de playas concurridas, con buen sol y temperaturas algo más que templadas, sintonizan con una época que debería ya tener algunos balnearios en funcionamiento, viajeros en ritmo de escapadas cada vez más frecuentes y empresarios hoteleros e inmobiliarios en plena toma de reservas. Sin embargo, en medio de la pandemia, el arribo de turistas está suspendido desde hace siete meses, pero por fin tiene fecha de reanudación.



El anuncio lo hará el lunes el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que encabezará dos actos en esta ciudad, uno de lo que tiene directa relación con el próximo verano. Confirmará, según indicaron fuentes provinciales, que la temporada se habilitará a partir del 1° de diciembre próximo y se extenderá hasta Semana Santa, que el año que viene tendrá su Día de Pascuas el domingo 4 de abril.



Antes, durante noviembre, habría una primera habilitación de viaje para propietarios no residentes, que hace tiempo reclaman visitar sus casas de veraneo. Y antes de finalizar el mes ya se generalizarían los permisos para transitar las rutas.



También se fijarán las primeras condiciones encuadradas en el contexto sanitario, todavía preocupante. Los turistas deberán presentar -y será obligatoria- una declaración jurada de salud que, según pudo confirmar LA NACIÓN, se implementará de manera digital mediante la aplicación oficial Cuidar.



Se acabarán, entonces, tantas especulaciones sobre riesgos de perder un período que cada año moviliza a millones de viajeros y reactiva la economía de distritos que, en apenas tres o cuatro meses, suelen sumar recursos económicos similares o superiores a los que logran durante el resto del año.



Hoy, los locales aprovecharon para disfrutar la playaHoy, los locales aprovecharon para disfrutar la playa Fuente: LA NACION - Crédito: Mauro V. Rizzi

Esta confirmación llegará cuando la situación sanitaria en la región, en particular dentro del circuito de la costa y muy en especial Mar del Plata, tiene un nivel de contagios diarios sostenido, pero ya en un escalón por debajo del mes anterior, cuando se registraron los picos.



"Será una temporada atípica y nuestro compromiso es que se desarrolle de la mejor manera posible en destinos cuidados", dijo el secretario de Producción bonaerense, Augusto Costa, luego de la reunión vía Zoom que compartieron miembros del gabinete provincial e intendentes de una decena de comunas con los que alinearon conceptos sobre cómo se manejarán cuando los viajeros ganen las rutas.



Y los funcionarios nacionales y provinciales que participarán de estas actividades se encontrarán el lunes con una ciudad, que hace semanas le dio la espalda a algunas normas. Entre protocolos sanitarios y la necesidad de ingresos económicos, Mar del Plata sigue un ritmo muy similar a los tiempos pre-Covid. Tanto en lo comercial como en la recreación.



De aquel último contacto entre los colaboradores más cercanos de Kicillof y los jefes comunales quedó claro que ingresar a otro distrito no implicará ninguna exigencia de estudio o testeo previo que garantice estar libre de coronavirus. Queda por resolver cómo se actuará frente al positivo de un turista que no requiera internación. Podrían habilitarse centros de aislamiento municipales.



"Estamos muy contentos por estas definiciones que traen certidumbre a hoteleros y gastronómicos que esperaban con ansiedad la oportunidad de trabajar", dijo a LA NACIÓN el intendente de Pinamar, Martín Yeza, sobre los anuncios.



Anticipó que cuando se conozcan esos detalles será tiempo de implementar medidas que, a nivel local, tenían diseñadas. "Ahora tendremos la certidumbre de saber que tenemos fechas sobre las cuales trabajar", afirmó. E insistió que estas primeras certezas "traen calma, previsibilidad y posibilidades de planificar y desarrollar estrategias de cara a la mejor temporada posible".



Rubros vinculados a alojamiento -hoteleros y extrahoteleros-, parte de la gastronomía, y toda la recreación que involucra presencias masivas están a la fecha sin posibilidad de funcionamiento. El transporte público se reactiva con los vuelos de cabotaje y el inminente regreso de los ómnibus de media y larga distancia. El tren esperará un poco más, aunque hay previsiones para darle más frecuencias diarias, en particular con destino a la costa.



El jefe de Gabinete de la provincia, Carlos Bianco, anticipó esta semana que es muy difícil pensar en una temporada con espectáculos con presencias de público importante. Le bajó el pulgar a los locales bailables y también al teatro y a los recitales. Los productores todavía no se dan por vencido y creen que hay alternativas.



Eduardo Mayer, presidente de la Cámara de la Recreación de Mar del Plata, remarcó a LA NACION que el sector está "muy golpeado", porque lleva más de siete meses sin facturar. "Hay muchísimos gastos que afrontar", dijo.



Él fue quien presentó, hace poco más de un mes, una iniciativa para que la temporada empezara en febrero. La idea, explica, era correr un mes la feria judicial y las vacaciones de los estatales, que siempre se concentran durante enero. "Esperamos los anuncios oficiales de este lunes, pero siempre en contexto de crisis económica y gente que priorizará cuidar su salud", dijo, con cautela y expectativas muy medidas sobre lo que pueda deparar la temporada.



Mientras las rutas permanecen cerradas, Mar del Plata tiene a la fecha más de 3200 casos de coronavirus activos y un promedio de poco más de 300 por día. Pinamar se mantiene en los 250 pacientes en tratamiento. Y Tandil, lejos de la costa, pero también con gran captación de turistas, mantiene más de 900 personas en recuperación.


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