Se reanuda la acusación a Ricardo Jaime por el exagerado e irregular incremento de su patrimonio
La fiscalía retoma el alegato en el tramo de enriquecimiento ilícito en el marco del mega juicio que se le sigue por corrupción al exsecretario de Transporte del kirchnerismo.
En el marco del mega juicio que se sigue contra Ricardo Jaime por 5 expedientes diferentes que están unificados en el mismo proceso y tras el alegato la fiscal Dafne Palopoli del área de investigaciones administrativas del Ministerio Público, quien enfocó su exposición en la defraudación al Estado a través de un plan de obras para el tren Belgrano Cargas, su par Gabriela Baigún, continuará analizando la materialidad de cada uno de los bienes que fueron objeto del incremento irregular del exfuncionario.
Se cuenta con gran cantidad de prueba que se produjo a lo largo de dos años de debate que incluyen diversos testimonios y declaraciones de imputados que señalan cómo Ricardo Jaime pasó a ser una persona con un balance de poco más de 260 mil pesos a tener autos de lujo, viajar en su avión Learjet de 4 millones de dólares e incluso tener un yate de un millón de dólares ahora en uso por Prefectura Naval Argentina.
Para Baigún no hay dudas que Jaime se enriqueció durante la función pública. Tiene probado que cuando asumió como secretario de Transporte y con un patrimonio ajustado, llegó Buenos Aires a vivir en un hotel gestionado por Gerónimo “Momo” Venegas, del que a los pocos días se mudó a un departamento en la calle Cerrito al 1500 y después a otro más lujoso a una cuadra, sobre la avenida del Libertador, este último inmueble de la mano de los empresarios Néstor Otero, Alfredo Pielach y Edgardo Breiti y Gabriel Ackerman, todo esto reconocido por el propio Ricardo Jaime en otra causa.
Si bien sus declaraciones juradas reflejaban lo contrario a su opulento estilo de vida, donde vestía trajes Armani y que según su segundo en la secretaría, Ricardo Cirielli, a Jaime “le decían Mario Barakus” en alusión al personaje de Mr. T de la serie “Brigada A” pues llevaba puestas muchas alhajas de oro.
Como el crecimiento era exponencial, debía disimularlo, entonces, Jaime se armó un grupo de personas entre parientes, colaboradores y familiares políticos que sirvieron de prestanombres, así como también de empresarios allegados por el cargo que ostentaba dentro del Gobierno nacional y por supuesto del rostro más visible de su entorno: Manuel Vázquez.
Y es que la firma CAESA de Vázquez era el puente para los negociados espurios de Jaime. Sostiene Baigún que “Manuel Vázquez fue un hombre clave para que el exsecretario pudiera disimular el dinero ilícito que obtenía”. Una de las tantas operaciones que se llevaron a cabo fue la de contrataciones de asesorías inexistentes para generar facturas por un servicio que nunca se prestó.
El alegato de la fiscal esta previsto para hoy y el próximo lunes. Finalizado este tramo, Baigún continuará con una nueva exposición acusatoria de otro expediente por el delito de peculado para finalizar con el de la adquisición de material rodante inservible a España y Portugal. Se espera que los jueces Martínez Sobrino, Panelo y Canero, del Tribunal Oral Federal 6, dicten el veredicto antes de fin de año.
mdz