Argentina y Uruguay acordaron buscar juntos la financiación para construir un nuevo puente que los una

Los mandatarios buscarán que la CAF extienda los fondos para la obra binacional que unirá las ciudades de Monte Caseros, en Corrientes, con Bella Unión, en el país vecino

La cena que compartieron el viernes pasado en la Residencia de Olivos sirvió para distender la relación entre ambos países, deteriorada por las negociaciones sobre temas comerciales del Mercosur y también permitió avances en la colaboración mutua. Alberto Fernández y Luis Alberto Lacalle Pou acordaron trabajar juntos para que se pueda construir un puente internacional que una a la ciudad correntina de Monte Caseros con la uruguaya de Bella Unión. Además, el gobierno de Lacalle Pou se comprometió a dar apoyo a la Argentina para acceder a la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).



La construcción de un nuevo puente sobre el río Uruguay, que conecte a Monte Caseros con Bella Unión (ubicada en el departamento de Artigas) es un proyecto que se baraja desde hace más de tres décadas. Ya en 1985 la provincia de Corrientes había declarado al tema como de “interés provincial”. Ambos gobiernos intentarán ahora que la CAF-Banco de Desarrollo de América Latina pueda financiar la obra. Los estudios de viabilidad técnica, económica e impacto ambiental datan de febrero y marzo de 2017.



Sería clave para el desarrollo de la zona norte de Uruguay y también importante para el bloque regional ya que está muy próxima a la frontera con Brasil. Debido a la cercanía con Barra do Quaraí, una localidad y municipio brasileño en el sudoeste del estado de Río Grande del Sur de apenas 4300 habitantes, esta nueva vía facilitaría el intercambio comercial inter-Mercosur.



Si se concreta, el de Monte Caseros-Bella Unión se transformará en el cuarto puente entre los dos países. Los anteriores son los que unen Colón (Entre Ríos) con Paysandú, que fue inaugurado en 1975, el de Puerto Unzué (muy cercano con Gualeguaychú) con Fray Bentos (1976) y el de Concordia con Salto (1982).



Según un artículo que publicó el diario El Observador de Montevideo, la delegación uruguaya de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) ya había mantenido un par de reuniones con la CAF. El presidente de esa Comisión, Mario Ayala, le confirmó a ese medio que “la CAF manifestó interés en financiar el proyecto”. Autoridades de ambos países ya habían estado en contacto con la CARU el 12 de marzo y allí se habían comprometido a avanzar con este propósito.



La CAF-Banco de Desarrollo es un banco de desarrollo que se constituyó en 1970 y que lo conforman 19 países, 17 de América Latina y el Caribe, España y Portugal, más 13 bancos privados de la región. Argentina intentó recientemente acceder a la presidencia de ese organismo pero no obtuvo los votos necesarios. Uruguay, en ese momento, apoyó la candidatura del colombiano Sergio Díaz Granados quien finalmente se quedó con el cargo. El candidato de Alberto Fernández, el argentino Christian Asinelli, debió conformarse con la vicepresidencia.



La obra constaría de un trazado de casi 12 kilómetros, de los cuales 1.780 metros serían un puente sobre las aguas del río Uruguay, sobre el que el vecino país desea avanzar con una hidrovía que le permita mejorar sustancialmente su comercio exterior. La conexión del lado argentino se hará en el cruce con las rutas 25 y 129, y en el territorio uruguayo se conectará con la ruta 3.



El de Olivos fue el primer encuentro que sostuvieron ambos mandatarios luego de los tensos intercambios verbales que habían tenido en reuniones virtuales del Mercosur. El 26 de marzo, al celebrarse los 30 años de la creación del mercado común, Lacalle Pou había dicho que el bloque regional era un “lastre” para su país y Alberto Fernández le respondió que tomara “otro barco” si esa era su visión.



Aunque desde ambos lados del Río de la Plata en los días siguientes a ese incidente intentaron transmitir calma en la relación bilateral, en julio hubo otra vez diferencias cuando Uruguay anunció su intención de lograr acuerdos comerciales con terceros países sin el consenso de los demás integrantes del bloque.



Ahora hubo nuevamente señales de distensión. “En cuanto al Mercosur, los presidentes acordaron mantener diálogo directo frente a cualquier problema que se presente. En ese marco, Fernández le expresó a Lacalle la comprensión de parte de Argentina de las necesidades de Uruguay y se comprometió a buscar una fórmula dentro de la institucionalidad del organismo regional que sea útil a esa demanda”, sostuvo la Cancillería argentina luego del cónclave en el que también participaron los ministros de Relaciones Exteriores de los dos países, Felipe Solá y Francisco Bustillo.



Lacalle Pou, por su parte, declaró que en la reunión abordaron distintos temas como el Mercosur y la hidrovía sobre el río Uruguay y aseguró que quedaba “claro cuáles eran los intereses de cada uno”.



Desde el lado argentino también se destacó el apoyo que se consiguió de Uruguay para que Argentina tome la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La próxima reunión de este bloque, que ahora lidera México a través de su presidente Andrés López Obrador, será en setiembre y los argentinos intentarán que en esa instancia se vote el traspaso. De acuerdo a la Cancillería argentina, Alberto Fernández ya cuenta con el apoyo de Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Perú, México y Venezuela para asumir ese cargo por .



Fuente: Infobae


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