Ceferino Namuncurá, el santo mapuche que fue compañero de Carlos Gardel

Tras notar los injustos tratos que recibía su comunidad, fue a estudiar para ser sacerdote a Buenos Aires, donde gracias a su fe y milagros terminó siendo santo.



El 26 de agosto de 1886, nació en Chimpay, Río Negro, Caferino Namuncurá. Un joven indígena que sufrió el desalojo de su comunidad en las campañas del desierto, donde se preparó hasta el final de sus días para recuperar la calidad de vida de su pueblo. En el año 2007 fue reconocido y beatificado por el Vaticano, aunque medio siglo antes, ya era considerado santo por los creyentes.



Su abuelo fue un gran cacique de los mapuches, que junto a su padre, otro líder de la comunidad, lucharon contra el ejército de Julio Argentino Roca en las campañas entre 1879 y 1884. Luego de las violentas disputas por el territorio, el lugar que habitaban las poblaciones tehuelches, araucanos, y mapuches, fueron expulsadas de sus tierras. 



Tras la derrota del territorio, el pueblo pudo quedarse un tiempo más antes de ser expulsados por completo, y ese tiempo nació Caferino. Sendo aún un niño, fue testigo de todo lo que sufrió su pueblo y sus familiares, por lo que le propuso a su padre Manuel Namuncurá ir a estudiar a Buenos Aires, con el deseo de que al volver, poder serle útil a su comunidad. A los once años se mudó a la ciudad porteña y comenzó sus estudios en el Colegio Salesiano de Buenos Aires (Pío IX), de la orden de Don Bosco, donde fue compañero de Carlos Gardel.



Cuando todavía vivía en el pueblo patagónico, fue bautizado a a los ocho años de edad por los salesianos en una de las misiones evangelizadoras de la orden de Don Bosco. Desde ese entonces comenzó su carrera para ser sacerdote y llevar la palabra de Dios a las comunidades de las tierras patagónicas.



En 1901 fue diagnosticado con tuberculosis y su salud fue empeorando a medida que pasaron los años. Lo trasladaron a una sede del colegio al que asistía en Viedma y allí conoció al Monseñor Cagliero. Al guía espiritual de Caferino lo nombraron Arzobispo y viajó al Vaticano con él para visitar al Papa Pío X. El joven mapuche le regaló al Santo Padre un poncho de lana de guanaco, tejido en su comunidad.



El proyecto de Caferino Namuncurá siempre fue volver con su familia a su tierra natal para trabajar en beneficio de su gente. Él creía que al formarse, podría ayudar a defender a su pueblo de las injusticias y recuperar el territorio que perdieron en los últimos años. Sin embargo no pudo lograrlo, ya que el 11 de mayo de 1905, falleció de tuberculosis con sólo dieciocho años de edad.



El milagro por el que fue beatificado es la salud de una mujer que sufría cáncer de útero y se encontraba en muy malas condiciones de salud. La familia comenzó a rezar y le encomendó su sanación a Caferino. Ella se recuperó y logró superar a la enfermedad. Años más tarde dio a luz a varios hijos. El Vaticano analizó la situación, y en 2007 determinó que fue un milagro, por lo que consideraron santo al joven mapuche. Desde hace muchos años, cada 26 de agosto se celebra su fiesta litúrgica en su ciudad natal, Chimpay. Miles de devotos y creyentes van a hacerle ofrendas, rezarle, y le encomiendan oraciones al primer santo indígena de la Patagonia.


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