Madres de Plaza de Mayo: se cumplen 45 años de la primera ronda en busca de sus hijos desaparecidos
La asociación de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo ha sido ícono de la lucha por los Derechos Humanos en el país y en el mundo.
Hace 45 años, un emblemático grupo de madres se reunía en Plaza de Mayo, Ciudad de Buenos Aires, para reclamar al gobierno de facto de Jorge Rafael Videla una audiencia en donde les dieran respuestas sobre la desaparición de sus hijos.
Como el gobierno había prohibido las reuniones de grupos de tres o más personas, las catorce madres que se encontraron allí, se unieron de a dos y comenzaron a caminar al rededor del Obelisco de la plaza. Nacieron así las históricas rondas de Madres de Playa de Mayo, llevadas a cabo inicialmente los viernes y luego los jueves, de 15.30 a 16hs.
Con la vuelta de la democracia, las madres no abandonaron su lucha y continuaron buscando no sólo los cuerpos y las identidades de sus hijos y nietos, sino además la debida justicia a todos aquellos que cometieron crímenes de lesa humanidad durante el período que duró la dictadura cívico-militar.
Qué son las Madres de Plaza de Mayo
Madres de Plaza de Mayo es una asociación argentina formada durante la dictadura de Videla con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos, inicialmente, y luego establecer quiénes fueron los responsables de los crímenes de lesa humanidad y promover su enjuiciamiento. Hoy en día llamadas también "Abuelas", no sólo buscan desaparecidos sino a sus hijos, los nietos nacidos en cautiverio y dados en adopción ilegalmente.
La lucha de las madres de los desaparecidos se extendió a también a la lucha que sus propios hijos, por los derechos que abogaban y por los cuales fueron capturados. Mediante la asociación crearon su propia radio, una universidad (UPMPM), un programa de televisión, un café literario, un plan de viviendas sociales y una guardería infantil.
La labor de Madres no se detuvo con la llegada de la democracia. Sus lucha es un símbolo de memoria y en sus actos continuaron pidiendo la condena de los militares que participaron de los atroces crímenes cometidos durante el gobierno de facto. Madres de Plaza de Mayo ha recibido numerosos reconocimientos como una de las organizaciones de Derechos Humanos más importantes del mundo.
La primera ronda de Madres de Plaza de Mayo
Hace 45 años, Azucena Villaflor propuso: “Individualmente no vamos a conseguir nada. ¿Por qué no vamos todas a la Plaza de Mayo? Cuando vean que somos muchas, Videla tendrá que recibirnos".
La idea era la de conseguir una audiencia con Videla. Para ello se reunieron en la Plaza de Mayo y efectuaron una manifestación pública pacífica pidiendo saber el paradero de sus hijos. El sábado 30 de abril de 1977, catorce mujeres se encontraron en Plaza de Mayo y se quedaron paradas frente a la entrada principal de Casa Rosada.
Por aquél entonces regía el estado de sitio, por lo que estaba prohibido circular. Rápidamente se acercaron los policías a informarles que no podían formar grupos de tres o más personas y que no podían quedarse quietas en la vía pública. Las hicieron circular.
Las mujeres entonces comenzaron a caminar lentamente en círculo al rededor de la Pirámide de Mayo, y caminaron de a dos, tomadas del brazo. Nacieron así las rondas de Madres de Plaza de Mayo y cada semana aparecían más madres.
Las locas de la plaza
Ellas, las catorce, fueron: Azucena Villaflor de De Vincenti, Berta Braverman, Haydée García Buelas, María Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, María Mercedes Gard, Cándida Gard, Delicia González, Pepa Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcushin y dos mujeres más de las que no se conocen sus nombres.
Con los años, Madres se identificó con su característico pañuelo blanco en la cabeza. Hoy en día, el pañuelo es un símbolo identificado en todo el mundo como la imagen de la eterna lucha de aquellas madres que aún buscan a sus hijos y nietos.
El uso del pañuelo comenzó cuando se encontraron con una peregrinación católica. Ellas decidieron distinguirse con un pañal de tela en la cabeza, que representaba a sus hijos. El pañal quedó como distintivo del grupo que lo utiliza hasta el día de hoy.
Madres desaparecidas
En aquellos tiempos del terror todo se podía esperar de las Fuerzas de Seguridad, que no discriminaban a nadie a la hora de cometer algún crimen desde la detención, la tortura y la desaparición. Y un día, Azucena tuvo que vivir el mismo destino que su hijo.
Entre el jueves 8 de diciembre y el sábado 10 de diciembre de 1977, un grupo de militares secuestró a unas 12 personas vinculadas a la Madres de Plaza de Mayo, entre ellas, dos madres de la asociación. Ante esta situación, Hebe de Bonafini propuso detener las rondas hasta que aparecieran las madres que faltaban. Azucena Villaflor se opuso, argumentando que las buscarían a la par que a sus hijos.
Al otro día, cuando Villaflor volvía de comprar el diario, fue secuestrada y desaparecida por el Grupo de Tareas 3.3.2 de la Escuela de Mecánica de la Armada. El 20 de diciembre se encontró un cuerpo en las playas de Buenos Aires y fue enterrado como NN. Tuvieron que pasar 28 años para que la pudieran identificar como Azucena Villaflor de Vincenti, recién en 2005.
El grupo completo secuestrado estaba integrado por Azucena Villaflor, Esther Ballestrino, María Ponce de Bianco (las tres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo), las monjas Alice Domon y Léonie Duquet, y siete activistas de derechos humanos.
Papel internacional
"La desaparición de Azucena, de Mary y de Esther, casi nos hizo tambalear a este grupo que recién se armaba. Lo hicieron para liquidarnos, ellos no pensaron que nosotras íbamos a seguir", declaró Hebe de Bonafini en una entrevista para Página Digital.
A pesar de las desapariciones, las madres continuaron la lucha, hasta hacerse reconocibles durante la realización del Mundial de Fútbol de 1978 en la Argentina. Periodistas de todo el mundo comenzaron a entrevistarlas y dieron a conocer así su movimiento de manera internacional. Los periodistas de Holanda fueron de los que más incidencia tuvieron. Gracias a su entrevista, las mujeres holandesas donaron dinero para que las madres pudieran tener una casa. Estuvieron tres años militando sin tener ningún lugar donde reunirse sin ser echadas.
La organización Amnistía Internacional también tuvo un papel muy importante ya que patrocinó un viaje en el que las madres recorrieron nueve países difundiendo su lucha y pidiendo a las grandes potencias que aislaran la dictadura de Argentina. La asociación de Madres creció hasta ser habitualmente de 300 a 400 Madres los jueves en la Plaza de Mayo.
Marchas de la Resistencia
Las Marchas de la Resistencia fueron una serie de manifestaciones públicas anuales organizadas desde 1981 por las Madres de Plaza de Mayo, y desde 1989 también por las Abuelas de Plaza de Mayo, con el fin de reclamar por la vigencia de los derechos humanos. Dichas marchas fueron una reacción popular contra la dictadura cívico-militar y el terrorismo de Estado.
Una vez recuperada la democracia, en 1983, las marchas continuaron para impedir que los responsables de los crímenes cometidos en la dictadura salieran impunes. Las Marchas de la Resistencia se sucedieron durante los gobiernos de Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde.
El 26 de enero de 2006, las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo realizaron su última Marcha de la resistencia, porque consideraron que el Gobierno del presidente Néstor Kirchner había logrado, por primera vez, que el Estado argentino adoptara una posición activa para obtener el castigo penal de los autores de violaciones de derechos humanos, sin exclusiones.
Sin embargo, el 10 de diciembre de 2015 día de la asunción de Mauricio Macri como presidente de la Nación, las Madres de Plaza de Mayo reanudaron las marchas de la resistencia.
La Capital