F-16 Falcon

Luego de aprobación de EE.UU., la decisión sobre el futuro caza de la Fuerza Aérea queda en manos del gobierno argentino

Luego de meses de negociaciones y de sortear procesos burocráticos, el Departamento de Estado de EE.UU. informó que fue entregada al embajador argentino Jorge Argüello la carta de aprobación para la transferencia de cazas F-16 Fighting Falcon MLU provenientes de Dinamarca.



Con esta última novedad, la selección del futuro avión de combate para la Fuerza Aérea Argentina depende ahora de la decisión que adopte el gobierno del presidente Fernández.



EL visto bueno por parte del gobierno de EE.UU. salió a la luz en horas de la tarde de ayer, cuando diversos medios argentinos realizaron una conferencia de prensa con la Vicesecretaria Adjunta de Seguridad Regional del Departamento de Estado, Mira Resnick. La funcionaria norteamericana confirmó la aprobación para la trasferencia de 24 cazas F-16 Fighting Falcon MLU daneses, decisión que contó con el aval del Congreso de EE.UU. sin que se elevaran objeciones desde el cuerpo legislativo.



Los reportes de los medios locales también mencionaron que los F-16 provenientes de Dinamarca incluyen misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM y AIM-9 Sidewinder, tirando por el suelo las objeciones de que los cazas norteamericanos serían ofrecidos sin armamento. La disponibilidad de los mencionados misiles fue confirmado por el Teniente Coronel Thomas Kanewske de la Fuerza Aérea de EE.UU., detalle que supimos adelantar a mediados de septiembre desde Zona Militar. También se mencionó que se está negociando un paquete de asistencia financiera por USD 40 millones.



Con la propuesta de EE.UU. sobre la mesa, y contando con la oferta China a disposición desde hace varios meses, el gobierno de Alberto Fernández tiene que tomar una decisión a los fines de ratificar el discurso de su gestión, replicado constantemente desde la cartera de Defensa, en lo que refiere a la salvaguarda de la soberanía nacional y a la modernización de las Fuerzas Armadas.



La selección y adquisición de un caza supersónico es uno de los proyectos centrales de esta gestión, siendo EL caballito de batalla del Ministerio de Defensa y de la Fuerza Aérea Argentina que demandó una considerable inversión de tiempo y recursos en evaluaciones locales, así como en el extranjero.



La decisión que adopte la actual gestión, sea sobre el F-16 Fighting Falcon o sobre el FC-1, permitirá a la FAA y al país recuperar una capacidad elemental que se perdió con la baja sin reemplazo de la familia Mirage. A su vez, la llegada de cualquiera de estos cazas permitirá a la institución operar un sistema acorde a estándares modernos.



Sin entrar en consideraciones técnicas, tema que abordaremos en otra ocasión, diversas fuentes han confirmado a Zona Militar que la propuesta de EE.UU. por los F-16 Fighting Falcon MLU provenientes de Dinamarca ha resultado superadora, tratándose de una ocasión única que no debería desaprovecharse. Pese a que no han trascendido detalles sobre costos, debemos recordar que el reporte del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso correspondiente al mes de julio publicó la Notificación del Congreso sobre la transferencia a la Argentina de seis F-16 Block 10 y 32 F-16 Block 15, iniciativa valuada en aproximadamente USD 338.695.634 de dólares.



Prototipo del JF-17 B3. El FC-1 cuenta con todos sus sistemas de origen chino.



En el caso de la propuesta china por el FC-1 (y sobre el programa en general), lamentablemente el gobierno, Ministerio y la Fuerza Aérea Argentina no han informado convenientemente y de manera clara sobre los alcances y avances del proyecto, limitándose a declaraciones superficiales sobre una iniciativa de gran relevancia para el instrumento militar del país. La única ocasión en la cual se pudo disponer de mayores detalles sobre el proceso de adquisición del futuro caza fue gracias a un Informe de la Jefatura de Gabinetes de Ministros brindado a la Cámara de Diputados de la Nación en septiembre de 2022.



La decisión del gobierno argentino se da en un marco de disputa regional entre EE.UU. y China, con ambas potencias pujando por hacerse y sostener espacios de influencia. Argentina no ha sido ajena a esta situación, la cual ha sido mencionada en más de una ocasión por distintos funcionarios de EE.UU. En el ámbito castrense, la Comandante del Comando Sur, General Laura Richardson, pone asiduamente en consideración la presencia china en latinoamérica y las implicancias que tendría la llegada de armamento de ese origen a la región.



Bajo este contexto, el gobierno argentino se ve en una encrucijada atento los tiempos políticos locales y las consecuencias que podrían derivar de una decisión sobre la compra de cazas para la Fuerza Aérea.



Lo cierto es que, si se pretende avanzar en proyectos de magnitud como son los cazas, submarinos o blindados a rueda, quienes toman las decisiones deberán salir del cortoplacismo imperante, dejando de lado cuestiones electoralistas, políticas e ideológicas, y pensar de una buena vez en soluciones a mediano/largo plazo que necesariamente serán transversales a varios gobiernos.



Fuente Zona Militar  e Imagen de portada ilustrativa. Créditos: Flyvevåbnet


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