Día del Amigo con derechos: las claves para construir este vínculo y no salir lastimado
Exactamente 24 horas previas al festejo por el Día del Amigo, se realiza otra celebración que nació el 19 de julio de 2009 y que se repite todos los años a partir de una iniciativa surgida por Internet.
Se trata del Día del Amigo con Derechos, un vínculo que tiene hasta su definición en Wikipedia como “amistad con derecho a roce”. “Es una relación de pareja que intenta combinar la vinculación afectiva, los comportamientos y actitudes típicos de una amistad, con la posibilidad de mantener relaciones íntimas o sexuales”, expresa la enciclopedia virtual.
Este tipo de vínculos se popularizó también a través de la película que interpretaron Ashton Kutcher y Natalie Portman y que llevaba por nombre “Amigos con Derechos”, y el film donde Justin Timberlake y Mila Kunis encabezaban “Amigos con beneficios”. Ambos se estrenaron en el año 2011.
Desde entonces, este tipo de vínculo sexoafectivo ha tenido diferentes variantes y denominaciones según el acuerdo existente: con exclusividad o abierta a relaciones paralelas, con círculos de amistades en común o desvinculados de todo espacio fraternal, entre otras.
Sobre esta fecha en particular, se suele repetir un decálogo para evitar “confusiones” y mantener el vinculo sin afectar emocionalmente a alguna de las partes. La premisa suele ser “no enamorarse” y evitar crear “falsas expectativas” sobre el objetivo de la relación.
“Desde hace un tiempo a esta parte se desdibujaron los límites que antes eran muy cerrados en cuanto a las relaciones. Hoy en día, la palabra ´pareja´ suele quedarse corta porque hay una gran amplitud en cuanto a los vínculos sexoafetivos”, describió el psicólogo y sexólogo Mauricio Strugo, consultado por MDZ.
“Lo que hoy se valora muchísimo son los vínculos que son empáticos, que tienen en cuenta al otro, a pesar de que pueden ser muy flexibles, y hasta muy permisivos en algunos casos. En definitiva, lo que se pide es que haya este término que está bastante de moda y que es ´responsabilidad afectiva´”, enfatizó.
¿De qué se trata? Simplemente de avisar al otro cómo uno se va a comportar: tener acuerdos en cuanto a, por ejemplo, la fidelidad: si será monogámico o no. “En esto, se aprecia mucho la sinceridad, tener en cuenta al otro y ser franco desde el principio”, subrayó Strugo.
¿El fin del romanticismo?
Desde las redes sociales suele advertirse que cada vez son más los contenidos que hablan de vínculos sexoafectivos con un menor grado de compromiso. ¿Esto significa que el romanticismo ha desaparecido o se ha transformado? Para Strugo, quien participa activamente desde su Instagram @elpsicologoysexologo, la segunda opción es la que se acerca más a la realidad de estos tiempos.
“Lo que ocurre hoy en día es se sigue valorando mucho el tema de la seducción, de la búsqueda del otro, de cuidar ciertos detalles. Lo que pasaba antes estaba más supeditado a la visión machista de querer ´conquistar´, de lograr algo en el otro, y que en el lunfardo se mencionaba como el típico ´chamuyo´. Hoy en día, por suerte, lo que está sucediendo es que, en esa franqueza que hay en los vínculos, se busca que se den ciertas condiciones relacionadas a querer generar en el otro deseo, que el otro nos elija…”, evaluó el profesional.
Para Strugo, si bien los vínculos al estilo “amigos con derechos” se da más en personas menores a 30 años, también comenzó a observarse en parejas mayores de 60 años que comienzan a experimentar este tipo de relaciones luego de que, por distintas circunstancias o se separa de alguien con quien vivió muchos años, o queda viudo.
“Hay ciertos permisos que en determinada edad no se daban. Pero por distintas circunstancias ahora esas personas se están permitiendo tener parejas abiertas. Por el otro lado, en generaciones más jóvenes, la concepción de lo restrictivo está cambiando un montón”, analizó el psicólogo.
En cuanto a los comportamientos de responsabilidad afectiva, la contracara suele ser el llamado “ghosteo” o la desaparición del otro en forma repentina y sin explicaciones, un comportamiento en el que las redes sociales son fundamentales.
“En este tema tiene mucho que ver la forma en que hemos sido criados, cómo ha sido tratada nuestra autoestima. Porque, en algún punto si fuimos criados dentro de una familia que nos supo alojar y generar un apego seguro, un vínculo de confianza, saldremos a la vida a buscar una pareja que sea una compañera, un compañero y con quien podamos compartir experiencias. En definitiva, la palabra ´pareja´ viene de intentar ser parejos aunque esto signifique un equilibrio que no sea constante. Pero si en la vida se ha tenido conflictos vinculares y hay comportamientos que llevan al 'ghosteo', dejar sin palabras y sin saber por qué nos fuimos al otro, puede ser un signo de algo que nos faltó, de un roce vincular en los primeros años de vida. La familia es una plataforma de lanzamiento para todos los vínculos más complejos en un futuro. Y si está floja, si es un espacio inseguro, eso nos va a impactar en la manera de relacionarnos con los demás, tanto sea en amistades como también en la pareja”, enfatizó Strugo.
Por último, y en torno a la celebración de este rótulo popularizado como el de “amigos con derechos”, el profesional expresó que la pregunta que uno debe hacerse es “con derecho a qué”. “Para tener un plus con ese amigo, la clave está en ser absolutamente honestos, transparentes y sinceros en lo que quiero, en lo que busco, en lo que espero, para tener esa responsabilidad afectiva de la que hablábamos antes. El derecho es como la libertad. Yo puedo ser libre, pero tengo que ser responsable también porque frente a mí hay una persona que siente y que se ve afectada por mis conductas”.
mdz