Confirmaron la condena a un hombre que mató a otro de una puñalada porque festejó un gol de Boca

La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó hoy la condena a 16 años de prisión a un hombre por el crimen de Eduardo Cicchino, el joven estudiante de ingeniería que fue asesinado de una puñalada en mayo de 2016 por gritar un gol del Club Atlético Boca Juniors en un bar del barrio porteño de San Telmo, informaron hoy fuentes judiciales.



El máximo tribunal, en un fallo unánime, sostuvo que el recurso extraordinario de la defensora oficial de Gustavo Aníbal Olivera (59), “cuya denegación originó esta queja, es inadmisible”.



El fallo que declaró "inadmisible" el recurso de queja fue firmado en forma digital por el presidente de la Corte Horacio Rosatti y los ministros Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.



Olivera fue condenado a 16 años de cárcel el 19 de mayo de 2017 por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 28, integrado por los jueces Javier Anzoátegui, Luis María Rizzi y Carlos Rengel Mirat, quienes definieron el hecho como un "homicidio simple", en perjuicio de Cicchino (26).



Por mayoría, los magistrados decidieron no tomar en cuenta la solicitud del fiscal de la causa, Fabián Céliz, como la del abogado de la familia de la víctima, Ignacio Costa, quienes durante los alegatos pidieron que se le aplicara la prisión perpetua a Olivera por calificación de "homicidio con alevosía".



El hecho ocurrió el 19 de mayo de 2016 por la noche en el bar Seddon, ubicado en la esquina de Chile y Defensa, en San Telmo, donde Cicchino fue junto a un grupo de amigos, al salir de la Universidad Católica Argentina (UCA), donde estudiaba ingeniería industrial, a ver el partido por los cuartos de final de la Copa Libertadores en el que Boca eliminó por penales a Nacional de Montevideo.



El conflicto se inició cuando Cicchino y sus amigos festejaron el desenlace a favor de Boca, y Olivera, quien estaba sentado en otra mesa en el fondo del bar, se molestó y comenzó a insultarlos, aunque el incidente no pasó de un intercambio de palabras.



Una vez finalizado el partido, Cicchino y sus dos amigos salieron a la calle y allí el hombre siguió con las provocaciones insultando y empujando a los jóvenes, quienes le pidieron que dejara de insultarlos pero, en ese momento, el agresor sacó una daga de entre sus ropas y le aplicó una puñalada en el tórax a la altura del corazón a Cicchino, quien cayó herido en la vereda.



El joven murió el 2 de junio, tras dos semanas de estar internado en terapia intensiva en estado crítico, tiempo durante el cual fue sometido a tres cirugías en el ventrículo izquierdo, donde recibió la puñalada el día de la agresión. (Télam) 



Los familiares de la víctima habían apelado la condena reclamando que se impusiera prisión perpetua, pero el planteo fue rechazado años atrás por la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional.