Laura Leguizamón, la mujer que pasó de madre ejemplar a sospechosa de un crimen atroz
Laura Fernanda Leguizamón, de 50 años, fue señalada como la principal sospechosa del crimen que conmociona al país: el asesinato de su esposo y sus dos hijos adolescentes en un departamento de Villa Crespo. Detrás de su imagen familiar y activa, se escondía una historia que hoy está bajo la lupa judicial.
Laura Fernanda Leguizamón tenía 50 años y una vida aparentemente tranquila. Oriunda del partido bonaerense de Lanús, vivía junto a su esposo, Adrián Seltzer, y sus hijos adolescentes, Ian, de 15 años, e Ivo, de 12, en un departamento del barrio porteño de Villa Crespo. Sin embargo, el miércoles 21 de mayo, la historia dio un giro trágico cuando los cuatro fueron hallados muertos con múltiples puñaladas. La Justicia ahora la señala a ella como la principal sospechosa del crimen.
El hallazgo ocurrió cerca de las 13:30, cuando la empleada doméstica de la familia llegó al edificio ubicado en Aguirre y Julián Álvarez. Al ingresar al departamento del sexto piso, encontró los cuerpos en distintas habitaciones. La escena del crimen dejó marcas indelebles: cuchillos, sangre y una carta escrita por Leguizamón que, según los investigadores, podría contener claves del crimen.
En las redes sociales, Laura mostraba otra faceta. Compartía fotos familiares sonrientes, viajes y celebraciones. En Facebook, abundan imágenes de vacaciones en Mar del Plata, Cariló, Salta, Jujuy, San Luis, Uruguay, España y Francia. En una publicación, definía a sus hijos como "las bellezas de la madre", dejando entrever un vínculo estrecho con ellos.
También era activa socialmente: practicaba tenis y ciclismo con amigas y compartía actividades familiares con sus padres, quienes seguían viviendo en Lanús. Los abuelos de los chicos eran habituales en las reuniones escolares y acompañaban a la familia en sus viajes.
En Instagram, Laura revelaba su gusto por la lectura. Entre sus publicaciones destacaban libros de la abogada Ana Rosenfeld, del expresidente Mauricio Macri, y la biografía de Carlos Monzón, además de historietas nacionales.
Hoy, la imagen de madre activa, lectora y deportista contrasta brutalmente con la hipótesis que manejan los investigadores. Las pericias forenses, la carta encontrada y algunos testimonios apuntan a un posible deterioro en su salud mental, que podría haber sido un factor clave en la tragedia. La Justicia trabaja para reconstruir los días previos al crimen, mientras el país asimila una de las historias más perturbadoras del último tiempo.