Lula: "Cristina lloró cuando hablé con ella tras su condena"

A días de su arribo a Buenos Aires para participar en la cumbre del Mercosur, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sorprendió al revelar detalles de una conversación telefónica que mantuvo con Cristina Fernández de Kirchner tras conocerse su prisión domiciliaria en la causa Vialidad. "Incluso lloró", confesó el mandatario brasileño en una entrevista reciente.

El diálogo se dio a conocer en el podcast "Mano a Mano", conducido por el rapero brasileño Mano Brown, donde Lula expresó su solidaridad con la exmandataria argentina. "La llamé para decirle que mi amistad no depende de que ambos hayamos sido presidentes, sino de que soy una persona y ella también", explicó.

La revelación llega en un momento de creciente tensión entre los gobiernos de Brasil y Argentina. La presencia de Lula en la cumbre del Mercosur, prevista para el 3 de julio, genera expectativa sobre un posible encuentro bilateral con el presidente Javier Milei, quien deberá ceder la presidencia pro témpore del bloque al líder brasileño. Por ahora, no se confirmó ninguna reunión formal entre ambos.

El caso de Cristina, condenada a prisión domiciliaria por corrupción, genera impacto no solo en el ámbito judicial argentino, sino también en la política regional. La situación recuerda el viaje que hizo Alberto Fernández en 2019 a Curitiba para visitar a Lula cuando este estaba encarcelado, en una imagen que representó el respaldo de los sectores progresistas de la región. Hoy, los roles parecen haberse invertido.

Mientras tanto, la exvicepresidenta utilizó sus redes sociales para cuestionar las restricciones impuestas en su régimen de detención. Afirmó que sólo pueden visitarla personas de su entorno familiar, legal o médico, y que cualquier otro vínculo debe solicitar autorización previa al Tribunal.

La inminente llegada de Lula da Silva a la Argentina, sumada a sus recientes declaraciones, aumenta la expectativa sobre su paso por Buenos Aires, donde la cumbre del Mercosur podría ser escenario de gestos diplomáticos que trasciendan lo protocolar.