Macabro hallazgo en Córdoba: un cadáver oculto en el placard de un expolicía

El hallazgo de un cuerpo humano en avanzado estado de descomposición oculto en un placard sellado con cemento ha sacudido a la ciudad de Córdoba. El protagonista de esta escalofriante historia es Horacio Antonio Grasso, un expolicía de 55 años que cumplía prisión domiciliaria por un crimen cometido en 2007. El cuerpo fue encontrado el sábado pasado por albañiles que realizaban refacciones en su departamento, ubicado en calle Buenos Aires al 300, en pleno centro de la capital cordobesa.

Grasso no se encontraba en el lugar al momento del hallazgo, ya que días antes había sido trasladado a la cárcel de Bouwer por violar las condiciones de su arresto domiciliario. Según informaron fuentes judiciales, el cuerpo -presuntamente de una mujer- fue hallado envuelto en mantas, atado con cables y en posición sentada. La estructura estaba oculta tras un cerramiento de cemento, lo que permitió que pasara desapercibida durante al menos dos años.

Vecinos del edificio relataron detalles inquietantes sobre el comportamiento de Grasso: solía andar descalzo, tenía dos perros en condiciones de abandono, y era común verlo con la puerta entreabierta, descuidado en su higiene personal. Estas actitudes, ahora bajo otra luz, incrementan el horror de lo descubierto.

Horacio Grasso fue condenado a 27 años de prisión por el asesinato de Facundo Novillo Cancinos, un niño de seis años que murió de un disparo en la cabeza durante un enfrentamiento entre bandas narco en Salta, en 2007. En ese momento, Grasso ya había sido apartado de la Policía por su participación en un robo. En 2019 accedió al beneficio de la prisión domiciliaria por motivos de salud, aunque más tarde volvió a prisión tras agredir a su madre. Posteriormente, volvió a ser beneficiado con el arresto domiciliario bajo tobillera electrónica.

Actualmente, la fiscal Florencia Espósito lleva adelante la investigación para identificar a la víctima hallada en el departamento y determinar las circunstancias de su muerte. Si bien Grasso aún no fue imputado formalmente, su historia criminal y las condiciones del hallazgo lo colocan como principal sospechoso de este nuevo y perturbador caso.