Nueva renuncia en el Senado: se profundizan los problemas de gestión de Villarruel
Emilio Viramonte Olmos presentó su renuncia como secretario administrativo del Senado tras solo dos semanas en el cargo. Se suma a una seguidilla de salidas que reflejan la inestabilidad en el equipo de Victoria Villarruel.
La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, enfrenta un nuevo revés en su gestión legislativa tras la renuncia de Emilio Viramonte Olmos como secretario administrativo de la Cámara alta. La dimisión, oficializada este 23 de mayo, representa otra baja significativa en su equipo, que ya había sufrido recientes salidas en áreas clave.
Viramonte Olmos había sido designado apenas el 7 de mayo en una sesión especial, con la intención de reforzar el funcionamiento administrativo del Senado. Sin embargo, dos semanas después, presentó su renuncia desde Córdoba, argumentando que nunca se le asignaron funciones concretas. "En este contexto no podía desempeñar ninguna responsabilidad efectiva", señaló en su presentación.
La salida del funcionario deja nuevamente vacante un cargo estratégico para el andamiaje institucional del Senado. Su antecesora, María Laura Izzo, había renunciado en octubre de 2024, también en medio de tensiones internas. Viramonte Olmos era considerado un asesor cercano a Villarruel, con trayectoria como empresario y operador político.
Esta dimisión se suma a la salida de otros nombres del entorno inmediato de la vicepresidenta, como Gaspar Bosch, exdirector de Comunicación, y Claudia Rucci, que dejó la conducción del Observatorio de Derechos Humanos del Senado. La sucesión de renuncias expone dificultades para consolidar un equipo de trabajo estable y revela fricciones en la conducción administrativa del cuerpo.
En paralelo, Villarruel ha sido criticada por algunas decisiones que generaron malestar, como la desvinculación de empleados de la gestión anterior y el cierre de la guardería del Senado. Estas acciones profundizaron el desgaste interno y evidenciaron una etapa de fuerte reacomodamiento político.
La Secretaría Administrativa deberá ser ocupada por un nuevo candidato que requerirá aprobación en el recinto. En ese marco, se anticipa una votación cargada de tensiones y posibles disputas, reflejo del clima político fragmentado que atraviesa el Senado bajo la actual conducción.